LUGO, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
El conductor ebrio que fue interceptado en Guitiriz (Lugo) tras detectar un radar móvil que circulaba a 236 kilómetros por hora en la autovía A-6 será sometido a un juicio rápido este martes, 9 de noviembre, a partir de las 12.00 horas en el Juzgado de Instrucción Número 2 de Vilalba, según han informado fuentes de la Guardia Civil.
Este hombre, de 51 años y vecino de la localidad lucense de Rábade podría enfrentarse a una dura sanción que significaría perder el permiso de conducir "dos o tres años", además de tener que pagar una "multa cuantiosa", según advierten desde el Instituto Armado. Del mismo modo, podría ser condenado con trabajos a la comunidad ya que se sumaría el agravante de conducir bajo los efectos del alcohol, con una tasa que dobla la permitida.
A su vez, la Guardia Civil de Lugo analizará los datos del radar fijo que se encuentra a 600 metros de donde fue interceptado. Ésta es la segunda mayor velocidad detectada en Galicia desde que se manejan este tipo de estadísticas, solo superada por otro conductor que circulaba a 249 kilómetros por hora en la AP-9.
Según el Instituto Armado, este hombre, que responde a las siglas de J.L.L.M., fue interceptado a las 19.25 horas del pasado día 28 de octubre en el kilómetro 528,700 de la autovía A-6 (Madrid-A Coruña), en el término municipal de Guitiriz, tras ser detectado un vehículo a una velocidad de 236 kilómetros por hora en una vía limitada a 120.
Por ello, una patrulla procedió en el kilómetro 1 de la carretera LU-115, que une Castro de Rei y Outeiro de Rei, a dar el alto al turismo, de color gris, que circulaba sentido Madrid.
Al conductor interceptado, J.L.L.M., vecino de Rábade (Lugo), le han imputado un delito contra la seguridad vial y ha sido puesto a disposición judicial. Además, dio positivo en la prueba de alcoholemia, con una tasa de 0,50 miligramos por litro por aire espirado.
