Actualizado: lunes, 25 mayo 2015 15:20

El PP se deja más de nueve puntos de apoyos y, a la espera de pactos, podría gobernar en Ourense, aunque el portavoz de DO reclama la alcaldía

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 May. (EUROPA PRESS) -

   La fragmentación del mapa político se ha materializado en la escena urbana gallega y sólo en Vigo el socialista Abel Caballero podrá gobernar con una holgada mayoría absoluta, mientras que las otras seis grandes ciudades gallegas quedan al albur de los pactos postelectorales para decidir la conformación de los gobiernos locales, aunque las Mareas irrumpen con fuerza en Santiago de Compostela, A Coruña y Ferrol.

   A la espera de cómo se desarrollen las negociaciones para conformar los gobiernos, el PP sufre un acusado desgaste porque perdería las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol a manos de pactos entre fuerzas de la órbita de la izquierda, si estas alianzas llegan a materializarse. De esta forma, sólo podría gobernar en la ciudad de Ourense con el apoyo de Democracia Ourensana, pero el líder de esta formación local, que pasa de dos a ocho concejales, ya ha dicho que él se ve alcalde.

   Además de en las grandes ciudades, el PP pierde mayorías absolutas significativas como las de Lalín, Redondela y Vilagarcía (Pontevedra), Ribeira (A Coruña) y Verín y O Carballiño (Ourense).

   Con el 99 por ciento escrutado, los populares de Alberto Núñez Feijóo se dejan más de nueve puntos de apoyos y logran 185.945 votos menos, de forma que contarán con 245 concejales menos que tras las municipales de 2011.

   Pese a que el PPdeG es la fuerza más votada en el conjunto de Galicia y supera en más de nueve puntos a los socialistas en esta cita con las urnas, cosecha los peores resultados de su historia en Galicia en unas municipales desde la refundación del partido, puesto que su suelo electoral en unas locales estaba en el 39,83 por ciento de los votos que había obtenido en mayo de 2007.

GRIETAS EN EL MODELO TRADICIONAL

   Pero las grietas del modelo político clásico también afectan a las otras dos fuerzas con tradición en Galicia. De esta forma, el PSdeG pierde 24.542 votos --aunque incrementa un 0,44 por ciento su porcentaje de sufragios-- y el BNG se deja 72.360 papeletas y sufre un retroceso del 3,61 por ciento.

   No obstante, salvo las europeas del año pasado, esta fue la primera cita con las urnas para José Ramón Gómez Besteiro, desde que fue elegido secretario general del PSdeG en septiembre de 2013 y logra presentarse ante los suyos con el aval de que los socialistas tendrán 58 concejales más.

   Por contra, el Bloque dispondrá de 121 ediles menos, en la que también fueron las primeras elecciones de ámbito nacional para su portavoz nacional, Xavier Vence. Aparte de retener Pontevedra, el BNG obtiene mayoría absoluta en Carballo, pero pierde la Alcaldía de Monforte de Lemos (Lugo).

POR CIUDADES

   En Vigo, el PSdeG logra la única mayoría absoluta de la Galicia urbana, al subir de 11 a 17 concejales, de forma que Abel Caballero, alcalde desde junio de 2007, no tendrá que depender de socios de gobierno y ésta se sitúa como la única de las 14 mayores ciudades españolas donde los socialistas podrán gobernar de forma tan holgada.

   En la mayor urbe de Galicia, la candidata del PP, la exconselleira Elena Muñoz, que Alberto Núñez Feijóo envió a Vigo, se deja seis ediles, mientras que el BNG desaparece de la corporación de una ciudad que llegó a gobernar. Entra en el Ayuntamiento vigués, donde los ciudadanos podían optar entre 17 listas, la Marea de Vigo, una alianza entre Anova y Esquerda Unida, que sin embargo no contó con el respaldo de Podemos.

EL PAPEL DE LAS MAREAS

   Otras mareas que sí contaron con el apoyo explícito de Podemos, la Marea Atlántica de A Coruña y Compostela Aberta en Santiago de Compostela, irrumpen con fuerza, mientras que Lugo Novo y la Marea de Pontevedra, también respaldadas por los de Pablo Iglesias, logran entrar en sus respectivos consistorios.

   En concreto, en A Coruña, con el 94,39 por ciento escrutado, la Marea Atlántica de Xulio Ferreiro, un exmilitante del BNG, supera en votos al PP, aunque empata a diez concejales con el popular Carlos Negreira, que se deja cuatro concejales en esta cita con las urnas. En esta ciudad, que llegó a estar 28 años gobernada por los socialistas, sufre un correctivo de dos escaños el PSdeG de Mar Barcón, que se queda con seis puestos en María Pita, y el BNG se desploma de cuatro a un sólo concejal.

   En la capital de Galicia, la alternativa de Compostela Aberta, liderada por el hasta ahora alcalde de Teo, Martiño Noriega, arrebata con diez concejales la primera plaza al PP. El exconselleiro Agustín Hernández, que ni hace tan siquiera un año tuvo que convertirse en el tercer alcalde de Santiago en el mandato que ahora se cierra, pierde cuatro ediles y se queda en nueve.

   Los compostelanos han castigado los serios problemas que tuvo el PP para gobernar esta ciudad en los últimos cuatro años, tras las dimisiones forzadas de Gerardo Conde Roa y Ángel Currás, pero también le han quitado cinco ediles al PSdeG. El BNG también retrocede un edil y se queda con sólo dos en Raxoi.

   No obstante, pese a estos retrocesos de los nacionalistas, el BNG logra salvar los muebles en uno de sus feudos, Pontevedra, donde el alcalde desde 1999, Miguel Anxo Fernández Lores, se queda a un edil de los 13 que le hubiesen dado la mayoría absoluta, pero consigue aventajar al PP como fuerza más votada. Los populares se dejan cuatro concejales y se quedan con siete, el PSdeG se estanca en los tres ediles y acceden al consistorio la Marea de Pontevedra con dos actas y Ciudadanos con una.

   El otro exconselleiro de Feijóo que era candidato en estas municipales, Jesús Vázquez, aunque pierde un concejal en Ourense y se queda con diez, podría obtener el respaldo de la Democracia Ourensana, que da la sorpresa al subir de dos a ocho ediles. No obstante, Pérez Jácome ya se ha apresurado a reclamar para él la alcaldía.

   Esta fuerza relega a la tercera plaza al PSdeG, que gobernaba esta ciudad pero ha tenido múltiples problemas durante este mandato, con la detención en la Operación Pokémon de su exalcalde Francisco Rodríguez y múltiples frentes judiciales abiertos.

   El BNG, que fue socio de Gobierno de los socialistas hasta que empezaron a saltar los escándalos judiciales, sufre un serio revés en esta plaza y desaparece de la corporación al perder sus tres ediles. Estos mismos tres concejales son los que logra Ourense en Común en su acceso al consistorio, pese a los problemas registrados en esta ciudad para articular una candidatura de unidad de las fuerzas de izquierdas.

LUGO Y FERROL

   Las negociaciones postelectorales deberán determinar el Gobierno en Lugo, donde el voto se fragmentó en seis candidaturas que obtienen representación. Aunque el PP retiene la condición de más votado, se deja tres concejales y se queda con nueve; los socialistas de Xosé López Orozco, alcalde desde 1999 e imputado, pierden otras tres actas y se quedan con ocho, mientras que el BNG retiene los dos ediles que tenía.

   Irrumpen en el Ayuntamiento Lugo Novo, que contó con el respaldo de Anova, de Compromiso por Galicia y de Podemos, con tres concejales; Ciudadanos con dos y Alternativa Cidadá de Esquerdas-EU con uno, con lo que el panorama de alianzas postelectorales está abierto, pero para seguir gobernando el PSdeG precisaría del respaldo de al menos otras dos fuerzas.

   Finalmente, en Ferrol el PP también pierde la mayoría absoluta al dejarse dos ediles y quedarse con 11, con lo que al actual alcalde, José Manuel Rey Varela, no le llegaría con el respaldo del único concejal que obtuvo Ciudadanos. Podría abrirse la opción de un tripartito liderado por Ferrol en Común --la marea de Esquerda Unida, Anova e inscritos de Podemos a título particular--, que irrumpe con seis ediles, el PSdeG, que queda desplazada a tercera fuerza con cinco concejales (dos menos que en 2011) y el BNG, que salva sus dos actas.

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