RIBEIRA (A CORUÑA), 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La localidad coruñesa de Ribeira, puerto base del arrastrero 'Cordero' que naufragó esta madrugada a 30 millas del Cabo Prior, espera noticia de los cuatro marineros todavía desaparecidos --de los ocho que iban en el barco tres fueron rescatados con vida y uno fallecido-- con una sensación de entre resignación e indignación debido a que ya han sufrido golpes de este tipo, aunque denuncian que no se debe salir a faenar con temporales como el anunciado por MeteoGalicia para esta jornada.
Los bares y restaurantes que suelen frecuentar los marineros en Ribeira están llenos hoy de personas decaídas y comentando entre sí el suceso, aunque reacios a informar sobre cualquier posible circunstancia a los periodistas desplazados a esta localidad coruñesa.
Algunos de los consultados por Europa Press, que prefirieron mantenerse en el anonimato, apuntaron que "esto tenía que pasar algún día" porque "no se puede ir a trabajar con estas condiciones de mar" y que "lamentablemente es un suceso más" que ya no es nuevo para esta villa marinera.
Otro de los preguntados expresó con más dureza su rabia y denuncia que "hay que ser ruin" para mandar a la mar a la tripulación con olas de ocho metros, mientras el armador "se queda en tierra".
La tristeza en los establecimientos cercanos a la lonja y al puerto de Ribeira se extiende también a la Cofradía de Pescadores, que ha decidido suspender sus actos institucionales debido al naufragio del 'Cordero'. Mientras tanto, en la Escuela Náutico-Pesquera de la localidad es donde se concentra el operativo diseñado por la Consellería de Pesca, en coordinación con el Gobierno central.
Así, para esta tarde se espera la llegada a este centro de la ministra de Pesca, Elena Espinosa; del secretario de Transportes del Ministerio de Fomento, Fernando Palau; y de la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, entre otras autoridades. También está previsto que comparezcan ante la prensa para aclarar cuestiones sobre lo sucedido.
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