El padre de Desirée asegura que "jamás" vio comportamientos extraños en la acusada, a la que califica de "monstruo"

Familiares y allegados de Desirée Leal, en el momento en el que ha llegado la principal acusada de su muerte, Ana Sandamil, en el primer día del juicio por el crimen, en la Audiencia Provincial de Lugo, a 7 de febrero de 2022, en Lugo, Galicia (España).
Familiares y allegados de Desirée Leal, en el momento en el que ha llegado la principal acusada de su muerte, Ana Sandamil, en el primer día del juicio por el crimen, en la Audiencia Provincial de Lugo, a 7 de febrero de 2022, en Lugo, Galicia (España). - Carlos Castro - Europa Press
Publicado: lunes, 7 febrero 2022 20:46

   Relata que tiempo antes del asesinato mostró a la madre su intención de pedir la "custodia compartida" de la niña para verla "más"

   LUGO, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

   José Manuel Leal, padre de Desirée, la niña de siete años asesinada en Muimenta (Cospeito, Lugo) en 2019, ha insistido en que "jamás" notó comportamientos extraños en la madre de la menor y acusada. Además, ha destacado de ella su "maldad" y la ha definido como un "monstruo".

   El padre de la víctima ha declarado en torno a las 19,00 de la tarde del primer día del juicio por este crimen ocurrido en la madrugada del 2 al 3 de mayo del 2019. La madre se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo en calidad de única acusada y Fiscalía, acusación particular y acusación popular piden la pena de prisión permanente revisable.

   Una de las claves en este caso es determinar si el trastorno psicótico del que fue diagnosticada la presunta asesina con posterioridad a los hechos fue lo que la llevó a cometer los hechos. Sin embargo, Leal ha asegurado en su declaración que "jamás" vio comportamientos extraños en la madre de la niña, con la que mantuvo una relación de unos cinco años. "Nunca noté nada", ha recalcado.

   "Estando conmigo seguro que no, y sin estar conmigo, que a mí me llegara a los oídos, tampoco", ha respondido, si bien ha reconocido que hablaba con ella "lo mínimo imprescindible". Del mismo modo, al ser interrogado por su abogado, también ha negado que la niña le advirtiese de que la madre tenía algún comportamiento extraño.

LA NIÑA ERA "SU OBJETO"

   La relación terminó "un poco antes" de que la menor cumpliese tres años y la madre se la llevó a vivir con ella a Cospeito, a la casa de los abuelos maternos, a pesar de que la pareja residía en Culleredo (A Coruña) con motivo del trabajo del padre. Con todo, ha relatado cómo cuando estaban juntos y "cuando le apetecía, cogía a la niña y se iba para casa de su madre", en Cospeito.

   Según ha respondido Leal a preguntas de la fiscal, la acusada trataba a Desirée "como que era su objeto" o "su juguete y no quería que nadie la tocase". Tras la separación, ha explicado que tenía un régimen de visitas conforme al cual "por la noche tenía que devolver" a Desirée a la vivienda en Muimenta.

   Tiempo antes del crimen, según ha declarado el padre de la víctima, había manifestado a la madre su intención "de dejar el trabajo, abandonar todo" y "conseguir trabajo en un lugar cercano para solicitar la custodia compartida". Incluso, tal y como ha dicho, la propia niña "quería" verlo a él "igual" que a la madre.

NOTÓ A LA NIÑA "MUY APAGADA"

   La última vez que habló con su hija fue el 1 de mayo, dos días antes del fallecimiento, a través del teléfono. Según ha contado en su declaración, la notó "muy apagada, como triste".

   El día del crimen, precisamente, iba a visitar a la niña, pero esa misma mañana recibió la llamada de la abuela materna relatándole lo ocurrido. Llegó a la vivienda en Muimenta sobre las 10,15, pero la Guardia Civil le dijo que "no podía" ver a su hija. "De ahí a un rato me preguntan si bebió lejía sola y les contesté que era imposible", ha dicho, después de insistir en que Desirée era una niña muy madura para su edad.

   A preguntas de su abogado sobre si alguna vez le habían detenido o denunciado por malos tratos, Leal lo ha negado. Es más, ha rechazado que su expareja le tuviese miedo: "Se reía de mí todo lo que podía y más". Como mucho, ha reconocido, pudo llegar a insultarla cuando "no le dejaba" estar con su hija.

   Sobre los motivos que llevaron a su expareja a matar a la menor fue "que no quería que estuviese" con él "más tiempo" ni tener "la custodia compartida". Con todo, la magistrada que dirigía el interrogatorio ha hecho constar ante el jurado que esta expresión solo refleja su opinión.

   El único cruce de palabras entre el padre y la madre de Desirée ha ocurrido cuando, a preguntas del abogado de la defensa, él ha admitido que adeudaba a la madre "mes y medio o dos meses" de la pensión alimenticia de Desirée. En ese momento, la acusada intervino para replicar que eran "cinco", tras lo cual José Manuel Leal se ha mostrado molesto con la pregunta del letrado: "No sé si se me está juzgando a mí...".

   Leal ha estado todo el día presente en las puertas del edificio de la Audiencia Provincial, donde le han acompañado amigos y familiares en señal de apoyo. El único momento en el que se ha derrumbado ha sido justo antes de su declaración.

OTROS TESTIGOS

   Durante la primera sesión de este juicio también ha declarado un hermano del padre de la víctima, que ha explicado que las visitas que éste realizaba a la niña se producían en casa de los abuelos paternos, en Muimenta, ya que él residía y trabajaba en A Coruña. No obstante, ha contado que le había preguntado sobre la posibilidad de empezar a trabajar en Cospeito para mudarse y "pasar más tiempo con la niña".

   Del mismo modo, también ha declarado la hermana del padre, que ha contado el encuentro que tuvo con la acusada justo después de los hechos. Tras enterarse de la noticia, la mujer acudió hasta la vivienda y se encaró con la madre de la víctima, a la que preguntó "qué había pasado".

   "Estaba con la cabeza agachada y, de forma muy arrogante, me dijo 'Se tomó unas medicinas mías', me acordaré siempre", ha destacado. En la vivienda también escuchó al abuelo de la víctima pidiendo "ayuda" a alguien -cree que un abogado-- ya que su hija "había hecho algo".

   Finalmente, ha declarado el padre de la acusada, que ha explicado que, el día de los hechos, la mujer se encontraba "atontada" y le dijo que "no sabía lo que había pasado". En concreto, le sugirió que pensaba que la niña "igual había tomado algo".

   Sobre su hija, ha dicho que es una persona "cariñosa", "sin carácter" y "para nada agresiva". Además, la ha descrito como "una muy buena madre": "Siempre querían estar juntas", ha zanjado.