Rechaza que se favorezca el furtivismo y que haya habido presiones a los vigilantes para hacer la vista gorda
VIGO, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El patrón mayor de la Cofradía de Baiona (Pontevedra), Fernando Leyenda, admitió hoy que tanto él como el miembro del cabildo que fueron detenidos ayer cometieron una "irregularidad" al tener dos embarcaciones con el mismo folio, aunque también denunció estar soportando una campaña de presiones detrás de la cual, según destacó, está "la Consellería do Mar".
El patrón mayor compareció hoy ante los medios de comunicación arropado por el resto del cabildo, y reconoció que empleó la documentación de una embarcación que tiene abandonada y "toda destartalada" en una finca y que emplea esa documentación para otra nueva, que es la que tiene operativa. Así, destacó que es algo que suele ocurrir de forma "habitual" y afirmó que en Galicia hay aproximadamente unas 3.500 embarcaciones en proceso de regularización.
En todo caso, tras reconocer que existe una "irregularidad", destacó que el "tema se resuelve con una llamada de Capitanía pidiendo que se presente la documentación para legalizarla". Así, afirmó que no conoce "ningún caso" en el que alguien "fuese detenido y estuviese en los calabozos", afirmando además que "llegaron los medios de comunicación antes que la Guardia Civil".
Leyenda y un miembro del cabildo de la cofradía fueron detenidos ayer por sendos casos de supuesta falsificación documental relacionada con embarcaciones y, a cada uno, le fueron precintadas dos embarcaciones --la vieja y la nueva--.
Los dos quedaron en libertad a la espera de ser llamados por el juez --el asunto lo lleva Instrucción número 2 de Vigo-- y las dos embarcaciones de cada uno permanecen precintadas y, por tanto, sin que se pueda trabajar con las que están operativas.
VIGILANTES
Por otra parte, el patrón mayor de Baiona --quien recordó que existe un "conflicto" entre la cofradía y la agrupación del percebe-- rechazó que la cofradía esté favoreciendo el furtivismo y que se realizasen presiones a los vigilantes para que hagan la vista gorda y, de hecho, afirmó que "cualquier marinero sabe" que los vigilantes de la agrupación del percebe los dirige "única y exclusivamente" la presidenta de la citada agrupación y que "aquí no dan cuenta de nada, ni informan de nada", lo que consideró una "cosa muy atípica" porque en otros lugares de Galicia "todos los datos y denuncias se dan a través de las cofradías".
Asimismo, rechazó el asunto del furtivismo y recordó que "después del mal tiempo del invierno, los bajos precios y la crisis" la Cofradía ha presentado un balance económico del primer trimestre del año, comparado con el mismo periodo del año pasado, y destacó que hubo ventas en lonja "por valor de 100.000 euros más de lo que teníamos el año pasado, y esos resultados económicos no se obtienen favoreciendo el furtivismo".
En cuanto a las irregularidades de los contratos de los guardas marítimos de las que ha sido acusado recientemente, Leyenda indicó que los citados contratos son "los mismos" que se empleaban con los dos anteriores patrones mayores y que "no se ha modificado nada" en la redacción de los documentos.
XUNTA
Para Fernando Leyenda, detrás de la situación de presiones está "la Consellería do Mar", a la que acusó de dar un trato "diferente" al que reciben otras cofradías gallegas. "Nosotros no fuimos nunca de nadie", destacó, al tiempo que defendió que su trabajo al frente del pósito busca que "sea rentable".
En todo caso, afirmó que puede que esté señalado por su pasado en la política --fue concejal por el PSOE en Baiona-- y, tras insistir en que ha abandonado la política, indicó que "si tengo trato con algún político lo tengo con el alcalde, porque se interesa por los problemas que tenemos", en alusión al regidor de Baiona, el popular Jesús Vázquez Almuíña.
El patrón mayor afirmó que los marineros en Baiona están bajo un "estado de presión" con "patrullas y vigilantes todos los días, y esto no pasa en ninguna otra parte". Así, lamentó que se pueda estar dando imagen de "piratas o no sé lo qué" cuando se trata de profesionales que realizan su trabajo y que los marineros están "preocupados" porque pronto se abrirá la veda del pulpo.
"Hace tres meses estuvieron viéndome cómo trabajaba durante tres días, incluso con un helicóptero" afirmó, para añadir que también había vigilantes de la Xunta que le esperaron en tierra. Así, afirmó que tras "pedir explicaciones" de estas actuaciones, lo "único" que recibió fue "odio e insultos".
