VIGO, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El patrón del 'Playa de Bakio', Amadeo Álvarez, aseguró que durante el secuestro "dormiría unas 10 horas como mucho" y que durante los primeros tres o cuatro días permanecieron sin dormir "aguantando las insolencias".
"Estoy todavía con el susto en el cuerpo", afirmó y reconoció que quien peor está es su mujer, que todavía está muy nerviosa. "La familia y los chicos están mejor pero mi mujer está bastante pachucha", lamentó Álvarez.
Aunque indicó que le proporcionaron pastillas, subrayó que "no podía dormir" y señaló que el peor momento fue el primer día cuando los secuestradores somalíes bombardearon el puente. "Para ellos no vales nada, menos que una cucaracha" aseveró y añadió que les "trataron muy mal psicológicamente, pero no físicamente".
Asimismo, destacó que "no temían por su vida", salvo el último día cuando les "dejaron tirados como colillas en la cubierta", antes de ser liberados. Además, insistió en que tanto él como sus compañeros desconocen como fueron las negociaciones con sus captores.
MERECIDO DESCANSO.
Amadeo Álvarez confirmó que ahora se "va a tomar un merecido descanso", ya que no sólo vienen de un duro secuestro sino que "llevaban cuatro meses y medio trabajando" en las aguas del Índico. Agradeció a la prensa su colaboración y pidió respeto para él, su familia y sus compañeros.
Los ocho tripulantes gallegos del 'Playa de Bakio' aterrizaron hoy en el aeropuerto vigués poco antes de las 11.30 horas y fueron recibidos por medio centenar de familiares y allegados además de las autoridades, entre las que se encontraba el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras; y la conselleira de Pesca, Carmen Gallego.
