SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, anunció hoy que el impuesto de sucesiones sólo afectará al 10 por ciento de las personas que reciban una herencia o una donación en Galicia, si bien recalcó que se trata de un gravamen "imprescindible" y, en consecuencia, descartó su eliminación total.
En respuesta a una pregunta de su grupo parlamentario en la sesión de control al Gobierno, Touriño declaró que pese a que algunas comunidades autónomas han decidido suprimir este canon, Galicia rechaza "entrar en una carrera fiscal". "El impuesto de sucesiones y donaciones es el elemento necesario para el cierre del sistema", subrayó.
En su opinión, el modelo de redistribución actual no sólo es "justo", sino que Galicia tiene una "posición competitiva", puesto que la "inmensa mayoría de la población quedará fuera de esa tributación". No obstante, insistió en que "lo que es altamente peligroso es entrar en una carrera de rebajas fiscales".
Así, recordó que la comunidad tiene "muchas necesidades" y, en consecuencia, reivindicó la necesidad de "una tributación justa que dé auténtica autonomía", pero sin afectar a la competitividad y a la prestación de servicios.
MEDIDAS
Por ello, confirmó que su Gabinete "trabaja en diferentes medidas desde el punto de vista técnico" para lograr que el 90 por ciento de los casos estén exentos de abonar el impuesto de sucesiones y donaciones, como la de incrementar los mínimos exigibles tributarios, eliminar determinados gravámenes a las empresas y establecer reducciones y en algunos casos supresiones a cónyuges y discapacitados.
No obstante, el presidente precisó que, actualmente, "tan sólo" algo más del 20 por ciento de los gallegos que reciben una herencia tienen la obligación de abonar este impuesto y añadió que el tipo medio de gravamen efectivo real no supera el 8 por ciento.
