SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El tramo de la autovía entre Santiago y Ourense (la AG-53) que permanecía cerrado desde agosto para la estabilización de taludes queda abierto al tráfico de nuevo este miércoles, aunque quedarán todavía pendientes de terminar unos remates en los caminos de servicio y trabajos de 'hidrosiembra' --para favorecer el crecimiento de vegetación en taludes y retardar la erosión-- que se harán cuando lo permitan las condiciones meteorológicas.
En un comunicado, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha señalado que el tránsito por un trecho del carril derecho, en sentido a Compostela, estaba restringido tras detectarse problemas de inestabilidad en el tramo que une el alto de Santo Domingo y la A-52.
Los trabajos que quedan pendientes, ha explicado este departamento, "no afectarán al tráfico" en el momento en que se realicen. Asimismo, la consellería ha concretado que las labores hechas hasta ahora afectaron a los desmontes de los puntos kilométricos 83, 83,4, y 85,5, en los términos municipales de Punxín y Ourense.
Las labores consistieron en el desbroce y limpieza de la zona y se demolieron muros existentes, se excavó para la cimentación de muros y se levantaron unos nuevos. Asimismo, se colocaron tubos para el drenaje, se construyó una cuneta y se hicieron hidrosiembras para "minimizar los riesgos de erosión".
La inestabilidad en los taludes, ha recordado la Xunta, se detectó a raíz de las intensas lluvias del pasado invierno, que provocaron incluso un desprendimiento en la AG-53, en el kilómetro 84,5. Tras estos sucesos se hizo una inspección en varios taludes y se apreció riesgo en varios de ellos, por lo que la Xunta decidió actuar sobre ellos antes de que comenzase un nuevo periodo de lluvias.
