La reurbanización de seis calles del Ensanche costará 2,5 millones y está previsto que esté lista en Nochebuena

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

La reurbanización de seis calles del Ensanche Vello compostelano costará 2,5 millones de euros con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), obras que el Ayuntamiento de Santiago prevé que estén listas para el 24 de diciembre de este año, coincidiendo con el día de Nochebuena.

Así lo explicó hoy el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, en la presentación del proyecto que dirige y coordina un equipo multidisciplinar constituido por un ingeniero de caminos, otro ingeniero industrial y un arquitecto. Estos profesionales son los mismos que se encargaron de la eliminación de barreras arquitectónicas de la capital gallega.

Las obras, que afectarán a las calles Pérez Constanti, Laverde Ruiz, Santiago de Guayaquil, Neira de Mosquera, Curros Enríquez y Gómez Ulla, tienen como objetivo "optimizar el espacio" y "dotar de nuevas infraestructuras" a una zona "muy castigada por el paso del tiempo", destacó el regidor.

El Fondo Estatal de Inversión Local, incluido en el Plan E del Ejecutivo central para reactivar la situación económica, fija la culminación de las obras el 31 de diciembre de 2009, aunque prevé una ampliación del plazo hasta el 31 de marzo de 2010.

En esta dirección, Bugallo apuntó al "más que probable" surgimiento de incidencias "de diversa índole" a lo largo de las obras, "ya que se trabaja sobre tejido vivo y nunca se sabe lo que puede aparecer", puntualizó.

Del total, dos fueron ya licitadas y adjudicadas, en concreto, a las empresas Aquagest y Eulogio Viñal. Para las cuatro restantes el Ayuntamiento abrirá las plicas mañana, antes de su adjudicación el próximo lunes 25.

DESCONGESTIONAR

Según señalaron los responsables del plan de reurbanización, otro de los propósitos principales será "descongestionar" un área que en la actualidad está "llena de automóviles" para "favorecer" la convivencia social de los vecinos.

De esta forma, se acometerá una ampliación de las aceras, ahora "muy estrechas", para que todas cumplan el mínimo de anchura que el Decreto del Hábitat fija en 1,80 metros.

Además, Bugallo aseguró que la reforma pretende "priorizar el uso peatonal", en primer lugar, "circulatorio", en segunda instancia y de estacionamiento, "en la medida de lo posible". Así, tras la realización de las obras, la zona contará con unas 60 o 70 plazas de aparcamiento, aunque mantendrá las de carga y descarga y las paradas del transporte público.

En este sentido, también indicó que la actuación busca "solucionar problemas históricos" relacionados con la canalización de aguas de estos viales, por lo que se incorporará "una separativa" para aguas fluviales y otra para aguas fecales. Asimismo, se aprovechará para enterrar las instalaciones de cable aéreo de fibra óptica o de empresas como R y Fenosa.

TRÁFICO

Preguntado por los problemas de tráfico que puedan provocar las obras, el primer edil admitió que entre el verano de 2009 y la primavera de 2010 Santiago vivirá "una temporada muy complicada". "Existen diferentes planes de tráfico", aseveró, tras lo que aconsejó a los conductores que "en un futuro deberán hacer más uso" de la autopista o de la Avenida de Lugo.

A este respecto, resaltó que los planes se centran "sobre todo en facilitar el acceso" a los residentes de la zona, para lo que el consistorio sugirió a los vecinos el nombramiento de un interlocutor por calle, así como de una comisión conjunta. "Se trata de coordinar unas obras que se van a realizar de forma simultánea", sentenció.