Triunfa la moción de censura en Silleda que da la alcaldía a una ex socialista con apoyo de ediles que dejaron el PP

Actualizado: lunes, 19 octubre 2009 17:26

Fernández Pena la achaca a las ansias de "venganza y poder" de los no adscritos, Ofelia Rey culpa a la ex alcaldesa y el BNG, a "todos"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

Ofelia Rey, elegida concejal en las listas del PSdeG, es desde hoy la alcaldesa de Silleda (Pontevedra) tras haber prosperado la moción de censura contra la socialista Paula Fernández Pena, con el apoyo de siete votos de concejales no adscritos, dos que abandonaron las filas socialistas y cinco que dejaron el PP para apoyar esta maniobra política.

Por su parte, los cuatro votos del PSdeG y el del concejal del BNG rechazaron la moción, mientras que el único edil que permanece en las filas del PP tras negarse a firmar la censura, Manuel Mato, no acudió al pleno, que se celebró en la Casa da Cultura de la localidad y al que asistieron más de 150 personas que abarrotaron completamente la sala.

Otros 300 vecinos de este municipio pontevedrés permanecieron en la planta baja del inmueble y en el exterior para seguir el pleno, que estuvo salpicado por continuas llamadas al orden por los aplausos y gritos cruzados de los partidarios y detractores del cambio en la alcaldía. Así, la proclamación de la nueva alcaldesa fue recibida entre gritos de 'no la queremos' por una inmensa mayoría de los asistentes y con aplausos de unas 20 personas, entre las que se encontraban miembros de Nuevas Generaciones del PPdeG.

Numerosos cargos socialistas arroparon a la alcaldesa saliente, quien en su intervención antes de la votación que la despojó del bastón de mando aseguró sentir "lástima y amargura" por "siete personas" cuya "necesidad de poder y de venganza" las convierte, a su juicio, en "las siete personas menos respetables de Silleda".

Entre los asistentes del PSeG se encontraban su portavoz, Mar Barcón; el secretario de Organización y senador, Pablo García; el secretario provincial en Pontevedra, Modesto Pose; y los diputados autonómicos Guillermo Meijón y Carmen Gallego; así como el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias, Carlos Fernández, y el alcalde de Fene, Iván Puentes.

"VENDETTA"

Uno por uno, Paula Fernández Pena se refirió a los siete firmantes de la moción de censura y describió a Ofelia Rey, que concurrió como independiente en las listas socialistas, como "una mujer que fue capaz de convertir una vendetta personal en un atraco a la soberanía popular", al tiempo que criticó su "estrategia política".

"Si cree que debe gobernar la mayoría, que gobierne quien la mayoría decidió", incidió, tras reprobar que "lo único" que busca es "poder". "Poder y venganza", prosiguió, aludiendo así a las "pretensiones" del otro independiente que concurrió en la lista del PSdeG, Javier Cuiña, cuyos "verdaderos intereses se irán conociendo", auguró.

En cuanto al ex presidente del PP local, José Fernández Viéitez, lamentó que no haya sido "capaz de asumir su derrota" y que su "ambición" le haya "cegado" hasta hacerle abandonar el partido "por un año y medio". Al resto de los ex ediles populares, les recomendó "reflexión", puesto que "van a poner su voto en su muerte política".

Al margen de todo lo anterior, agradeció al único edil del PP que no firmó la moción de censura, Manuel Mato, su comportamiento, que lo define como "un hombre bueno y de bien".

Paula Fernández Pena enfatizó su "amargura" por el "robo de ilusión, ganas y fuerzas" que constituye la moción, aunque afirmó que se va "despacito" y "con el calor de la ciudadanía, que es lo que garantiza el retorno". "Lo único que me importa es lo que piensen los vecinos", subrayó.

"Marcho alegre y satisfecha por el trabajo hecho, y el dolor y la amargura la curarán los votos de los silledenses", remachó, tras definir a los siete firmantes como "muñecos rotos en las manos" del presidente de la Diputación de Pontevedra, el popular Rafael Louzán.

ALCALDESA, "CULPABLE"

En su turno, Ofelia Rey responsabilizó a la ya ex alcaldesa de la situación, puesto que "sólo se escuchó a sí misma" y se negó a pactar con el edil del BNG para conformar una mayoría absoluta. "Era su obligación", defendió, tras vincular la moción con la situación de "inestabilidad política e institucional" del municipio, provocada porque "tres ediles decidieran y otros 10 tuvieran que acatar con resignación".

"Creemos que otra Silleda es posible", reivindicó, y apostó por "pasar página" para "recuperar el diálogo entre personas de todos los colores políticos". "Debemos trabajar todos por Silleda y tirar todos del mismo carro", preconizó, tras erigirse en abanderada de "la transparencia, el diálogo y la sensatez".

"No podemos jugar con la esperanza de que nos piten un penalti en el último minuto, tenemos que tener una estrategia de equipo y meter goles", incidió la ex socialista, porque, a su entender, "no se puede vender el Plan E como una buena gestión". "Tenemos que tomar la iniciativa", sentenció.

Defendió igualmente que los vecinos deben "sentirse orgullosos de su alcaldesa" y no tener una persona liderando el municipio que "empobrezca la imagen de quienes trabajan en el ayuntamiento". "Estoy segura de que una mayoría unida es la única solución de Silleda", proclamó, tras enfatizar su "compromiso" con la localidad entre gritos de 'Silleda ya votó' desde los asientos de la casa de la cultura.

"SINVERGÜENZAS"

El tercer edil que tomó la palabra fue el socialista Manuel Cuiña, quien vinculó la moción con un "capricho" de aquellos que no obtuvieron "un cargo". Tras recordar que el ex líder del PP local, que ocupó la Alcaldía durante ocho años, situó a Silleda "en el puesto número uno en deudas", criticó que "ahora" hable de "desgobierno".

"La palabra sinvergüenza le vendría muy bien", entendió, tras tildar a los otros cuatro concejales que formaban parte del grupo del PPdeG de "trastos inútiles políticos", puesto que "jamás presentaron una iniciativa". Tras reprobar la actitud de los dos ex ediles socialistas, convino que "el tiempo es el más justiciero", por lo que auguró que "en un año y medio, los siete estarán en el cajón de los malos recuerdos políticos".

"TODOS CULPABLES"

La intervención que obtuvo los aplausos de la práctica totalidad de los vecinos presentes fue la del edil del BNG, Matías Rodríguez, quien culpó a todos los grupos del "circo" en el que "se está convirtiendo Silleda".

Así, reprobó que el PSdeG "fichara" a los dos escindidos --integrados en su lista como independientes-- para "arrebatarle" la Alcaldía a los populares, mientras que citó unos versos de Luis Eduardo Aute para referirse a estos últimos: "míralos como reptiles al acecho de la presa (...) ahora el éxito es su meta".

Situándose "lejos del victimismo" de los socialistas y también de los "avaladores de la corrupción" que "mueren matando", aseguró que "todos" ellos son "culpables" de la degradación política del municipio y concluyó señalando que el BNG "sigue en el mismo sitio, trabajando para la gente".

Ahora, la correlación de fuerzas queda con un gobierno formado por siete concejales no adscritos (cinco procedentes del grupo del PP y otros dos ex socialistas), al que se opondrán cuatro ediles del PSOE, uno del PP no conforme con la moción y un sexto edil del BNG.