La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, con el director de la AXI
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 21 noviembre 2017 16:03

   El año pasado fallecieron tres personas en esos tramos de concentración de accidentes, que se ubican en su mayoría en la provincia de Pontevedra

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El plan de la Xunta para erradicar los 52 puntos negros detectados en las carreteras autonómicas antes de que finalice el año 2020 ya está "en marcha", como ha confirmado la conselleira de Infraestruturas e Vivenda, Ethel Vázquez, quien ha detallado que la primera fase de esta estrategia permitirá actuar en ocho vías que transcurren por 15 ayuntamientos a través de una inversión de 7,5 millones de euros.

   De ello ha dado cuenta la conselleira en rueda de prensa, acompañada por el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, mientras fuentes de su departamento consultadas por Europa Press han concretado que en esta primera fase se eliminarán un total de 21 puntos negros. De ellos, 18 se localizan en la provincia de Pontevedra, por tres que se encuentran en A Coruña.

   Y es que, según los datos facilitados por Ethel Vázquez, 40 de los 52 tramos de concentración de accidentes se ubican en la provincia pontevedresa, mientras 11 aparecen en la coruñesa y únicamente uno en la de Lugo. En las carreteras autonómicas de Ourense, por su parte, no figura ningún trecho de estas características.

   En cuanto a la primera fase, en la que se ejecutarán 16 proyectos, todos ellos están "en redacción", de modo que podrán llevarse a cabo entre 2018 y 2019. La segunda fase (con cuatro obras en carreteras, dos sendas y 19 actuaciones menores) se irá desarrollando en paralelo, a fin de que los trabajos puedan concluirse a lo largo del año 2020. La inversión total alcanzará los 12,3 millones de euros.

   Esos fondos, como ha señalado la conselleira, permitirán actuar en unos 90 kilómetros que apenas suponen el 1,6 por ciento de la red autonómica pero que concentran cerca del 18 por ciento de los accidentes de tráfico que se producen en las carreteras de titularidad de la Xunta. Se trata, fundamentalmente, de colisiones (en 2016 fueron el 49% de los siniestros), salidas de vía (29%) y atropellos (7%).

UN 30% DE LOS ACCIDENTES EN UN 1% DE LA RED

   Al hilo de ello, el director de la Axencia Galega de Infraestruturas ha destacado el caso de Pontevedra, donde el 1,2 por ciento del trazado que suponen los puntos negros registra casi un tercio de los sucesos.

   Las carreteras PO-308 y PO-552 figuran entre las que más preocupan a la Xunta, como ha concretado Menéndez, quien no ha ocultado que las zonas con mayores problemas se encuentran en el sur de Pontevedra.

   De hecho, la memoria de seguridad vial de la Xunta refleja que los tres fallecimientos que se produjeron en esos tramos en 2016 ocurrieron en esta provincia; al igual que ocurrió en los cinco casos de 2015.

OBJETIVO 2020: BAJAR A 93 FALLECIMIENTOS

   Vista la peligrosidad en esos puntos, y con el objetivo en mente de que en 2020 el número de muertos en las carreteras gallegas se reduzca a la mitad sobre los 186 del año 2011 (50 de ellos en la red autonómica), la Xunta está "totalmente decidida" a eliminarlos en su totalidad.

   Prueba de ello es que el mes pasado se sometió a información pública el primero de los proyectos, en la PO-308 a su paso por Sanxenxo. Asimismo, este martes sale la mejora de una intersección en la AC-550, en Portosín; y el miércoles se firmará un contrato de 500.000 euros para eliminar obstáculos en cinco vías en A Coruña.

   Como ha explicado la conselleira, en esas carreteras se mejorarán las cunetas y arcenes y se suprimirán postes y biondas (que se utilizarán en la red secundaria) para que las salidas de vía no conlleven una colisión, sino que los conductores puedan reincorporarse a la calzada.

   Al respecto, ha puesto en valor que el Gobierno gallego es "pionero" a la hora de apostar por el concepto de "carreteras que perdonan", pues, al no contar con obstáculos o barreras laterales, dan "una segunda oportunidad" ante errores puntuales. Esas cinco intervenciones, ha apuntado, se ejecutarán a lo largo del año próximo.

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