Los bateeiros dan por hecho que habrá ayudas pero abogan por esperar a que remita el episodio tóxico

Estiman que la marea roja les ha hecho perder el 50% de la producción de mejillón en un "annus horribilis"

Bateas de cultivo de mejillón en las rías gallegas
C.R. MEXILLÓN DE GALICIA
Europa Press Galicia
Actualizado: sábado, 16 noviembre 2013 12:09

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

El sector bateeiro da por hecho que habrá ayudas para compensar las repercusiones del paro al que se ve obligado por el episodio tóxico, que se prolonga ya algo más de un mes en las aguas gallegas. Pero, precisamente por lo virulento y persistente de este fenómeno, aboga por esperar a que remita, para poder evaluar con exactitud las pérdidas económicas.

Representantes de varias agrupaciones consultados por Europa Press coinciden en la estimación: de media, los polígonos han perdido en torno al 50 por ciento del mejillón desde que la marea roja hizo acto de presencia en las rías de Galicia, a comienzos del pasado mes de septiembre. Y esto es así, explican, debido a que el bivalvo estaba en una fase avanzada de engorde y, con la fuerza del peso y favorecido por el viento y los temporales, se ha desprendido de las cuerdas.

Precisamente para evitar esto, la Consellería do Mar autorizó la colocación de 100 cuerdas más por batea, y los productores reconocen que esta técnica, conocida como desdoble, "está funcionando". No obstante, destacan que "lo que se salva es parte" de la producción, porque con los moluscos que alcanzaron un mayor tamaño "no puedes hacer nada".

Aunque hace días que los profesionales creen que "la tendencia de la toxina es a remitir", opinión que también ha manifestado la conselleira, Rosa Quintana, lo cierto es que a fecha de 15 de noviembre, 40 jornadas después del cierre masivo de polígonos de bateas, la actividad de la mayor parte de ellos continuaba en suspenso bajo la prohibición de extraer molusco.

En este escenario, varias voces tildan el ejercicio económico de 2013 de "annus horribilis". Acumulan tres mareas rojas, esta última en el mejor momento para la comercialización y cerca de la temporada navideña, y a mayores tuvieron el inconveniente de una primavera tardía que retrasó el crecimiento del mejillón.

DECLARACIONES "POCO AFORTUNADAS"

"Hay compañeros que no tienen cosecha", destaca desde la asociación de mejilloneros de Cabo de Cruz (Boiro, A Coruña) Agustín Pose. "Un 40% de facturación perderemos seguro", resalta Julián García, de la agrupación de mejilloneros de A Illa de Arousa (Pontevedra), para quien las declaraciones de la directora del Intecmar, Covadonga Salgado, sobre que las pérdidas por la toxina son "insignificantes o nulas", fueron "poco afortunadas".

Javier Blanco, de la asociación de mejilloneros Virxe do Rosario de Vilaxoán, en Vilagarcía de Arousa, coincide en que "no se puede decir que no hay pérdidas", pero matiza que, por ejemplo, en su caso, no tuvo "ninguna partida que no pudiera volver" después de que el producto se hubiese enviado a depuradoras y cocederos. "Pudimos recuperar el producto", apunta.

Precisamente en la autorización en una semana --la del 9 de septiembre-- de la devolución al mar de 131 partidas, 365.000 kilos de mejillón, es en lo que se escudan tanto Covadonga Salgado como la conselleira do Mar, Rosa Quintana, para defender la "rigurosa" actuación del organismo que vela por la salubridad de las aguas de la comunidad.

Existió una clara diferencia, sin embargo, entre la intervención de Salgado, en comisión parlamentaria el 8 de noviembre, y la de la titular de Mar, tan solo cinco días después, este miércoles, en el pleno de la Cámara autonómica.

Si la responsable del Intecmar dijo que la marea roja "normalmente resulta insignificante o nula" en términos de perjuicio económico, lo que provocó el malestar entre el sector mejillonero; Quintana precisó que, aunque la mayor parte volvió al mar vivo, "en este caso sí hay pérdidas de mercancía", y se refirió a los productores, cocederos, depuradoras y conserveros con los que su departamento ya se ha reunido para evaluar cómo resolver estos daños.

"REZOS" CONTRA EL MAL TIEMPO

Con todo, la preocupación del sector bateeiro se centra, en estos momentos, en el mejillón que "sigue cayéndose". En Vilaxoán, según indica Javier Blanco, los productores deben hacer "el doble o el triple de esfuerzo" para hacer frente al desprendimiento. Es decir, "si lo normal es sacar 15.000 kilos con 70 cuerdas, antes de ayer un compañero tuvo que utilizar 153 para extraer 13.200 kilos, y hoy otro trabajador ha conseguido 14.700 con 109 cuerdas", explica Blanco. "Mira tú las pérdidas de esos hombres", subraya.

Y es que este representante evita cuantificar dichas pérdidas, que, según subraya, "no son achacables a nadie, salvo a la naturaleza". "Estamos mentalizados de que una parte de la producción está en el fondo del mar y otra parte se va a ir", comenta, antes de exhibir su "desengaño" después de muchos años conviviendo con episodios de toxicidad como este. "Rezar para que no venga un temporal", recomienda, con una buena dosis de resignación.

Esta valoración no la comparte, en la agrupación de A Illa, Julián García: "Los fallos del Intecmar han sido estrepitosos. Jamás pasó cosa igual", critica. García ilustra las consecuencias de la marea roja con la disminución de kilos de mejillón que cree que acumulará su colectivo, que cuenta con 180 bateas: "Producimos 10 millones de kilos y este año no creo que lleguemos a cinco. Va a ser difícil", cree.

Se muestra pesimista, además, sobre el precio que alcanza el mejillón en el mercado, con una evolución descendente en los últimos años --en parte, motivada por la entrada de molusco foráneo--, y reflexiona sobre la necesidad de constituir una organización de productores a estos efectos.

Por otro lado, hay quien mira ya hacia el futuro, como es el caso de Agustín Pose, de la asociación de mejilloneros de Cabo de Cruz, quien advierte de que la cosecha de 2014 "saldrá muy mermada". "A partir de diciembre tendremos que hacer la cría lo antes posible, el desdoble a mano.. adoptar medidas para paliar esta situación", dice.

"JUGAR A SER ADIVINO"

Superar los cuatro meses de suspensión de actividad o el 35 por ciento del volumen de facturación anual insalvable son los requisitos que fija el reglamento comunitario para que la Comunidad Autónoma pueda conceder subvenciones compensatorias para el sector, tal y como han recordado la responsable de pesca y la del instituto de control del medio marino a lo largo de este episodio. "Si se dan estas condiciones, tengan por seguro que se habilitarán", proclamó Quintana en el Pazo do Hórreo.

"Hay que esperar", incide el portavoz de la asociación de mejilloneros Virxe do Rosario. "Cómo puedo hablar de lo que perdí, si aún no lo sé. Ahora mismo puedo decir que se me ha caído un 40 por ciento y a lo mejor, cuando abra el polígono, resulta que fue un 70 por ciento. Quien quiera jugar a ser adivino, que lo haga; yo no", sentencia. "Hay que esperar y, si se produce, pedirlo", reitera.

A su juicio, el proceso para la petición de ayudas debería seguir una primera fase de evaluación, una vez la toxina haya desaparecido de las rías; y otra de agrupamiento de las valoraciones de "los polígonos más afectados", de modo que, unidos, trasladen sus demandas a la consellería. Así, remarca que el panorama de los viveros flotantes es diferente por zonas y cita alguno más agravado por el paso del tiempo como el de Bueu, en la ría de Pontevedra.

De la misma consideración es Pose, productor de Cabo de Cruz, que entiende que la solicitud de compensaciones "debería hacerse colectivamente", aunque lamenta de antemano la división del sector. "Empezarán ahora las reclamaciones, porque fue mucho. Pero este sector no se junta ni para ganar dinero", concluye con su pensamiento en voz alta Julián García desde A Illa.

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