La cota de nieve se sitúa hoy en los 800 metros de altitud, pero subirá hasta los 1.000 metros en los próximos días
PALMA DE MALLORCA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Centro Meteorológico de Baleares prevé fuertes vientos e intensas lluvias sobre las islas para el próximo viernes, tras una leve mejoría en las condiciones mañana, respecto al comportamiento atmosférico de hoy, caracterizado por las precipitaciones, que en algunos casos fueron de nieve por encima de los 800 metros de altitud, por lo que afectaron a la Serra de Tramuntana, en Mallorca.
Según explicó el director del centro, Agustí Jansà, la alerta amarilla declarada hoy en Baleares quedará levantada a última hora de esta tarde, al menos, por lo que se refiere a los vientos y la lluvia --no así a las condiciones costeras--, para dar paso a una jornada de mañana en que se seguirán registrando chubascos, aunque serán de carácter moderado, según las previsiones. Para dar paso, a partir del jueves, a "otro empeoramiento", señaló.
Jansà aclaró que el próximo viernes la cota de nieve se remontará hasta los 1.000 metros de altitud, pero, en cambio, las lluvias y los vientos serán especialmente fuertes, por lo que se volverá a activar la alerta amarilla en toda la Comunidad Autónoma; cuyos residentes vieron en las últimas horas caer el mercurio hasta "seis grados", ya que las temperaturas máximas registradas ayer fueron de 18 grados, mientras que hoy "no han pasado de 12 grados", puntualizó.
El meteorólogo explicó que, en la mañana de hoy se registraron vientos de hasta 55 kilómetros por hora en Menorca, que alcanzaron los 75 km/h en el Faro de Capdepera (Norte de Mallorca), con mar gruesa en ambos casos. Al mismo tiempo, las precipitaciones alcanzaron los 26 litros por metro cuadrado en Lluc (Escorca), 24,5 litros en Sa Pobla y 24 litros en Capdepera; aunque también destacó los cinco litros recogidos en tan solo 10 minutos en Sa Pobla.
Por lo que se refiere a las columnas vistas ayer desde tierra y sobre el mar en Mallorca, Agustín Jansà aclaró que, si se habla con propiedad, se trataba en realidad de 'trombas marinas', que "son la versión benigna de los tornados" --'cap de fibló', según la denominación local--, porque en pocas ocasiones tocan tierra y, cuando eso ocurre, se deshacen sin mayores consecuencias.
En cuanto a los remolinos que sí entrañan peligro, el director del Centro Meteorológico de Baleares explicó que "es difícil que se den, porque sólo ocurren con tormentas muy organizadas", como la que asoló Palma en septiembre de 2007.
