La Conselleria de Turismo promocionará Baleares en el ártico y las regiones mineras de Siberia

PALMA DE MALLORCA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

La búsqueda de nuevos mercados emisores de turismo ha llevado a la Conselleria de Turismo del Govern a promocionar las Islas Baleares en lugares tan remotos como el ártico o las regiones mineras de la fría Siberia, donde sus habitantes pasan hasta nueve meses al año aislados con temperaturas de unos 38 grados bajo cero y, precisamente a causa de lo extremo de su situación, ganan salarios que son el doble de lo habitual en el resto del país y que apenas pueden gastar.

Con esos condicionantes en la mano, el departamento autonómico liderado por Miquel Nadal se ha lanzado a la conquista del mercado emisor ruso más allá de Moscú y San Petersburgo, desde donde ya existe un flujo de visitantes que, en el caso de España, se concreta en la recepción anual de 541.000 ciudadanos de aquel país, que principalmente visitan Cataluña --dos terceras partes--, así como, en menor medida, Madrid, con 73.000 al año.

Del total, Baleares recibió 36.000 viajeros rusos en 2008, lo que supuso un incremento del 23 por ciento respecto al año anterior, de los que 32.000 llegaron a Mallorca, cerca de 3.500 a Ibiza y Formentera, mientras que a Menorca sólo se dirigieron algo más de 400 visitantes. Los principales problemas que se encuentra este turismo para progresar son la falta de conexiones directas, las dificultades para obtener visados y la barrera idiomática.

Respecto a la falta de vuelos, cabe señalar que se trata de una cuestión que se agudiza cuando, como es el caso, se pretende atraer turistas desde las áreas circundantes a las ciudades de Murmansk --en el Círculo Polar Ártico--, Ekateringsburg, Tomsk y Krasnojarsk, en las que sus habitantes se dedican principalmente a la minería, la explotación petrolífera y la investigación científica; unas actividades que les reportan abultadas nóminas que, cuando viajan, no dudan en "quemar" sin freno.

Así lo admitió el experto Sebastià Roig, un mallorquín que viene desarrollando actividades profesionales en Rusia desde 1986 --cuando aún era la URSS-- y que, por lo tanto, es un buen conocedor de aquel país, en el que el nombre de "Baleares" no dice nada a sus habitantes, pero, en cambio, se conoce ampliamente "Mallorca", así como "Ibiza" --aunque en menor medida--, por múltiples razones, entre las que destacó que el rey Don Juan Carlos veranea en la isla junto con la Familia Real.

Sin embargo, las agencias de viajes "suelen ofrecer" a los rusos que quieren viajar a España visitas a Cataluña o Madrid. Una circunstancia que el conseller Nadal se mostró dispuesto a corregir, por lo que adelantó que ya se están produciendo contactos con Natalie Tours y algunos otros de los principales touroperadores del país para involucrarles en la promoción de Baleares. Por el momento, se pondrá en marcha una campaña publicitaria por valor de 625.000 euros, de los que el Govern aporta 275.000 euros.

CONTACTOS CON AEROLÍNEAS

Y, al mismo tiempo, se mantienen contactos con las cuatro principales compañías aéreas que operan en esa franja que va del Polo Norte a los Urales, pero "nunca más allá de Irkutz" --porque los residentes en aquella zona están mucho más cerca de Asia y prefieren ir a Tailandia o Corea--, que son, además de la de bandera, Aeroflot, Ural Airlines, Siberian Airlines y Transaero, para "animarles" a que amplíen sus conexiones con el archipiélago balear.

A este respecto, Roig apuntó que, "si se consiguiera --la apertura de nuevas líneas--, la llegada de estos turistas aumentaría de forma más que considerable", aunque, por la complejidad de la resolución de todos los problemas que conlleva la llegada de más rusos, los resultados del esfuerzo realizado ahora "no se verán hasta el próximo año". Y, para que éstos sean completos, se ha editado un folleto desplegable escrito íntegramente en alfabeto cirílico.

ESTANCIAS MÁS LARGAS Y MÁS GASTO

Por lo que se refiere a la tipología de los turistas internacionales rusos, la mayoría suelen viajar en familia, por periodos de entre 13 y 14 días --la media de alemanes y británicos está actualmente en los seis días--, se hospeda en hoteles de entre tres y cuatro estrellas, le interesa mucho la gastronomía y no busca sólo 'sol y playa', ya que cuenta con un buen nivel cultural --suele visitar los museos del destino-- y usa profusamente los rent-a-car.

Pero, sin duda, el aspecto que más seduce a la industria turística es su capacidad de gasto, que se sitúa en torno a los 350 euros al día, frente a los 31 euros diarios que se atribuyen a un visitante de 'sol y playa' medio. Esto le sitúa incluso por encima de los congresistas, cruceristas y jugadores de golf, que son los perfiles considerados más beneficiosos. Precisamente, Nadal ironizó con que, ante la falta de conocimiento de otros idiomas, piden en las cartas de los restaurantes los platos con precios más elevados.