La contaminación por ozono cae un 44% en Baleares en 2020, según Ecologistas en Acción

Actualizado: martes, 10 noviembre 2020 13:53

PALMA DE MALLORCA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

La contaminación por ozono en Baleares ha caído en 2020 un 44 por ciento en 2020, sin embargo, pese a esta disminución, 1,1 millones de personas en las Islas siguen respirando aire contaminado, según el informe estatal sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción, que reclama al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) que agilice el Plan Nacional de Ozono "comprometido hace años y anunciado por la ministra Teresa Ribera en septiembre".

El Informe anual sobre la Contaminación por Ozono de Ecologistas en Acción concluye que el 95 por ciento de la población y el 87 por ciento del territorio baleares han estado expuestos un año más a unos niveles insalubres de este contaminante. En este sentido, han reclamado al Govern medidas eficaces sobre el transporte y la industria que eviten los episodios puntuales y reduzcan los elevados niveles de fondo.

El informe elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2020 en 483 estaciones oficiales de medición de ozono repartidas por todo el territorio español, entre ellas 18 situadas en Baleares.

En lo que respecta a las Islas, entre sus principales conclusiones, el informe destaca que el ozono troposférico sigue siendo el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio.

Durante 2020 sus niveles se han reducido de forma importante, interrumpiendo la tendencia estacionaria o al alza de los últimos años, como consecuencia de la drástica disminución de las emisiones de sus contaminantes precursores en la industria y en el transporte, por efecto de la crisis de la COVID-19.

El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2020 a la práctica totalidad de la población y del territorio baleares.

Según han apuntado, si se considera el valor objetivo establecido por la normativa, más laxo que la recomendación de la OMS, no habría población que haya respirado aire contaminado por encima del estándar legal, y por primera vez desde 2013 ninguna estación ha sobrepasado el estándar legal para la protección de la salud, en este caso en el trienio 2018-2020.

La frecuencia de las superaciones de los estándares legal y de la OMS ha sido muy inferior a la de años precedentes, con un descenso de respectivamente el 70 por ciento y el 44 por ciento en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de las Islas.

La mejoría de la situación, según revela el documento, ha sido en especial relevante en las zonas 'Resto de Menorca' (donde la captura de datos ha sido baja) y 'Resto de Ibiza', con una reducción del número de días con mala calidad del aire superior al 60 por ciento. De manera puntual, el ozono ha aumentado en la estación urbana de Foners en Palma, precisamente por el menor tráfico.

Según han indicado, el ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva.

Se trata por tanto de un contaminante secundario que en verano afecta a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la contaminación urbana e industrial.

Así pues, la contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes en el Estado español. Las personas más afectadas son niñas y niños, personas mayores, mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias crónicas.

Según Ecologistas en Acción, el coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 por ciento del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

El informe lamenta, además, que la información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. La página Web de calidad del aire autonómica sólo ofrece datos en tiempo real de la última hora, y la única estación de la Serra de Tramuntana sufre continuas averías. En este sentido han reclamado al Govern que "se esfuerce por mejorar la información de la calidad del aire en su Comunidad.

Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación son obligatorios según la legislación vigente, según han añadido. En el caso del ozono, el Govern se ha comprometido en 2020 a elaborarlos en todas las zonas donde resultan preceptivos, en respuesta a la petición de Ecologistas en Acción, por el peligro para la salud de 630.000 baleares en la Serra Tramuntana, Mahón, Ibiza (salvo la capital) y Mallorca (salvo Palma).

Desde Ecologistas en Acción han apuntado que pocas ciudades cuentan con protocolos de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono. En este sentido, el protocolo de Baleares no contempla medidas de limitación del tráfico en episodios de elevada contaminación.

Según han explicado, las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética y el apoyo a las energías renovables. También es necesario agilizar el Área de Control de Emisiones acordada para el mar Mediterráneo y penalizar a los vehículos diésel.

Sin embargo, desde Ecologistas en Acción han criticado que las políticas del Govern se caracterizan por una "clarísima opción" en favor de promover los modos de transporte "más insostenibles", como es el vehículo privado motorizado.

La construcción de autopistas en Mallorca e Ibiza o la "incesante" planificación y ejecución de rondas urbanas, como la de Inca son testimonio de la "servidumbre" del Govern hacia ese insostenible modelo. Mientras, cualquier expectativa de incrementar la red ferroviaria de Mallorca "duerme el sueño de los justos".

La entidad ecologista ha señalado que la crisis de la COVID-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria son las mejores herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales, también en el caso del ozono.

La dramática situación creada por la pandemia viene a corroborar que la reducción de las emisiones de precursores sí es efectiva para combatir la contaminación por ozono.