Govern y Consell se comprometen a mejorar los servicios sociales dirigidos a los ciudadanos del archipiélago

PALMA DE MALLORCA 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Govern balear y el Consell de Mallorca se comprometieron a mejorar la calidad de todos los servicios sociales dirigidos a los ciudadanos que funcionan actualmente y, además, el Ejecutivo autónomo se mostró dispuesto a "garantizar" que el resto de instituciones insulares se adhieran a la medida.

Así lo manifestó la consellera de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Fina Santiago, tras la reunión que mantuvo hoy en la sede de su departamento del Govern con homónimo insular, el conseller de Bienestar Social, Jaume Garau, para analizar la situación de los servicios sociales en la Comunidad.

En su intervención, Santiago y Garau se marcaron tres objetivos "muy claros", que consisten en iniciar la comisión política de la Ley de Transferencia de 2004, en la que se pactó una serie de reuniones periódicas de carácter político entre las Administraciones Insulares y el Govern. "Estas asambleas no se han llevado a cabo, perjudicando así al Consell, ya que no se han modificado las cantidades presupuestarias", afirmó.

El segundo objetivo consiste en la creación de una comisión técnica para mejorar el sistema de servicios sociales, incorporando la Ley de Servicios Sociales, mientras que el tercero se refiere a la Ley de Dependencia, ya que en Baleares hay unas 25.000 personas que se pueden acoger a ésta, recordó la consellera.

En este sentido, Santiago apuntó que tanto para el Govern como para el Consell "es un reto" llegar a poner en funcionamiento la Ley de Dependencia, ya que, por primera vez, "el Estado español reconoce los servicios sociales como derechos", aseveró.

Por su parte, Garau explicó que se llevará a cabo la creación de un sistema de servicios públicos de base municipal "para desarrollar la mencionada iniciativa trabajaremos conjuntamente el Govern y el Consell de Mallorca", añadió.

Por este motivo, manifestó que ambas instituciones crearán un "plan de transición", con el objetivo de crear un sistema de servicios sociales "con el que la persona sea atendida lo más rápido posible, independientemente de donde viva", concluyó Garau.