ROMA, 5 Feb. (Reuters/EP) -
La mayoría de los italianos, el 51 por ciento, no se cree la promesa estrella de la campaña electoral del exprimer ministro Silvio Berlusconi, quien se ha comprometido a devolver el importe del impuesto inmobiliario si consigue la victoria en las elecciones parlamentarias de finales de febrero, según una encuesta electoral difundida este martes.
Otra encuesta, elaborada por el centro demoscópico SWG, pone de manifiesto que los candidatos de centro izquierda han recuperado terreno tras haber perdido apoyos por un escándalo bancario y siguen con una amplia ventaja frente a Berlusconi.
El estudio realizado por Demópolis este lunes por la noche desvela que el 51 por ciento de los italianos no han otorgado ninguna credibilidad a la promesa estrella de Berlusconi, quien anunció el domingo por sorpresa que derogaría el impuesto inmobiliario y devolvería los importes cobrados una propuesta que han rechazado sus rivales por considerarla imposible de cumplir.
Marcado por un escándalo sexual y varios procesos judiciales, Berlusconi abandonó el poder en noviembre de 2011 y fue relevado por el tecnócrata Mario Monti para intentar evitar que el país fuera rescatado y sucumbiera a la crisis como le ocurrió a Grecia.
El magnate multimillonario pasó la mayor parte del año siguiente en un segundo plano hasta que decidió retornar a la vida política en diciembre de 2012 para anunciar su candidatura a primer ministro, una contienda en la que está situado a unos cinco puntos porcentuales de las formaciones de centro izquierda.
La encuesta elaborada el pasado lunes por SWG muestra que Berlusconi es el líder político con menos credibilidad de todos los candidatos que participarán en los comicios que se celebrarán los próximos 24 y 25 de febrero, toda vez que sólo ha convencido al 18 por ciento de los encuestados.
El líder de centro izquierda, Pier Luigi Bersani, es el candidato con mayor nivel de credibilidad, un 27 por ciento, seguido de cerca por el candidato antisistema Beppe Grillo, un cómico genovés. El favorito de los inversores extranjeros, el primer ministro saliente, Mario Monti, es el cuarto en credibilidad, por delante de Berlusconi.
El vicepresidente del centro demoscópico SWG, Maurizio Pessato, ha explicado a Reuters que cree que el repunte de Berlusconi en las encuesta ya se ha estabilizado y que la mayoría de los votantes no se creen sus promesas de recortes de impuestos.
La encuesta de este centro sitúa al candidato de centro izquierda con el respaldo del 33,6 por ciento del electoral, lo que supone una ventaja de 5,5 puntos frente a Berlusconi, que ha conseguido ganar algo de terreno en los últimos días.
El Partido Democrático, la formación de Bersani, se ha visto afectado por un escándalo del banco Monte dei Paschi, una entidad que ha tenido históricamente vínculos con esta formación en la región de la Toscana. La encuesta de SWG de la semana pasada mostró que el Partido Democrático había perdido 1,6 puntos porcentuales de apoyo por el escándalo de Monte dei Paschi.
Pessato ha pronosticado que el resultado más probable de las elecciones es que Bersani consiga una amplia victoria en la Cámara de Diputados pero no logre el control del Senado y necesite aliarse con Monti para poder gobernar.
El estudio de SWG denota también que Monti no ha logrado ganar apoyos electorales al mantenerse con el 13,3 por ciento de los votos, un resultado muy alejado del 20 por ciento que se ha propuesto y un punto menos de lo que lograba hace una semana.
La figura de Monti se ha visto eclipsada por el candidato antisistema Beppe Grillo, que permanece estable con un 18 por ciento de apoyos. El cómico genovés ha prosperado con un discurso que atrae a los ciudadanos molestos por la recesión económica y el alto nivel de desempleo y atraídos por un político que ha bautizado al primer ministro saliente como 'Rigor Montis'.
El director del centro demoscópico Demópolis, Pietro Vento, ha advertido de que sólo un 60 por ciento de los votantes ha decidido ya su voto, por lo que el resto decidirá su sufragio en las próximas tres semanas de campaña electoral.