JACMEL (HAITÍ), 11 Oct. (De la enviada especial de Europa Press, Laura Ramírez) -
El 60 por ciento de la población haitiana se encuentra desempleada y depende de algún miembro de su familia para sobrevivir, según ha señalado el director de Cáritas diocesana de Jacmel, el padre Simon François.
Ante esta situación, François ha indicado que, desde que se constituyó el nuevo Gobierno el pasado mes de mayo, los haitianos tienen la "esperanza" de que lo arregle y cree empleo, aunque ha admitido que saben que el problema "no se solucionará en un tiempo corto".
En Haití, considerado el país más pobre de América Latina, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el 70 por ciento de la población activa se dedica a la agricultura que cubre las necesidades alimenticias de la población en casi un 50 por ciento.
Por otro lado, François se ha referido a la educación, a la que no tienen acceso más del 30 por ciento de los niños entre 6 y 11 años, según datos de Manos Unidas, y ha destacado que "la mayor parte" de los padres con hijos en edad de escolarizar no pueden asumir los costes que supone, sobre todo, porque, según ha precisado François, en torno a un 70 por ciento de las escuelas en Haití son privadas y cuestan unos 6.000 gourdes (unos 120 euros) más un pago mensual.
En cualquier caso, ha subrayado que desde la entrada del nuevo Gobierno en mayo de 2011, el presidente, Michel Martelly, está desarrollando una iniciativa por la que el gobierno ofrecerá educación primaria gratuita a unos 12.000 niños que nunca han ido a la escuela. En esta misma línea, el Gobierno ha desarrollado otra iniciativa que consiste en cobrar una tasa sobre las llamadas telefónicas y sobre transferencia de dinero que destinará también a la educación de los más pequeños. Ambas, según ha afirmado, es son "muy interesantes" y "muy bien vistas por la población".
Finalmente, ha subrayado la importancia de que los haitianos que llegan a la universidad y se licencien permanezcan en Haití para sacar el país adelante. Sin embargo, según ha explicado, los jóvenes creen "que el país no les ofrece nada", cuando en realidad, según ha remarcado, hacen falta, sobre todo tras el terremoto, profesionales como "médicos y enfermeras", entre otros.
