MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Unas 750.000 desplazados internos han podido regresar a sus lugares de origen en Siria desde noviembre de 2024, según un informe de la Organización Intenacional para las Migraciones (OIM), que advierte no obstante de que otros siete millones de personas siguen aún fuera de sus hogares pero dentro del país.
La caída en diciembre del régimen de Bashar al Assad ha precipitado los retornos, especialmente a partir de enero. Sólo en el primer mes del año, más de 570.000 refugiados volvieron a Siria desde otros países y tres cuartas partes de ellos regresaron directamente al lugar del que habían huido en algún momento del conflicto iniciado hace más de una década.
Según los datos recabados por la OIM, que ha recuperado este tipo de informes en el nuevo escenario, el 50 por ciento de los retornos corresponde a refugiados llegados de Líbano, por encima de Turquía (22 por ciento) y de Irak (13 por ciento).
En líneas generales, el horizonte tanto de refugiados como de desplazados internos pasa por volver a sus lugares de origen. Hasta un millón de desplazados que viven en campamentos del noroeste de Siria quieren regresar y, de ellos, unos 600.000 prevén hacerlo en los próximos seis meses, según un sondeo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) elaborado a partir de 4.800 hogares.
Sin embargo, estas personas también son conscientes de las dificultades a las que se enfrentan y citan como trabas la falta de ayuda humanitaria, la dificultad para encontrar trabajo y los límites de acceso a los servicios más básicos.
Prácticamente todas las personas entrevistadas quieren volver a sus antiguas casas, pero un 80 por ciento tiene ya claro que estas viviendas están dañadas o directamente destruidas. En algunas zonas de Idlib o Hama el porcentaje se dispara hasta el 95 por ciento.
Una portavoz de ACNUR, Céline Schmitt, ha advertido de que Siria "está en una encrucijada" y necesita "urgentemente" ayuda para levantar cabeza tras casi 14 años de conflicto ininterrumpido, toda vez que el 90 por ciento de la población depende de la ayuda humanitaria. "Es una oportunidad que no deberíamos desaprovechar", ha subrayado.
La directora general de la OIM, Amy Pope, ha incidido igualmente en que "las necesidades son inmensas" en el marco de esta "gran crisis humanitaria".