El adolescente encarcelado por insultar al presidente con unas camisetas inicia una huelga de hambre

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:03

LUANDA 6 Nov. (Reuters/EP) -

Nito Alves, un adolescente angoleño que lleva dos meses en prisión a la espera de juicio por haber insultado al presidente del país con unas camisetas, José Eduardo dos Santos, ha comenzado una huelga de hambre para presionar a las autoridades para que le pongan en libertad, según ha informado su abogado.

Alves, de 17 años de edad, fue arrestado el 12 de septiembre por imprimir unos eslóganes en camisetas que, según la Fiscalía, suponían un insulto a Dos Santos, el segundo líder que más tiempo lleva en el poder en África tras el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema.

Una de las frases estampadas llamaba al presidente "dictador asqueroso" y otra era una cita de un periodista local que sostuvo que la guerra civil que vivió el país entre 1975 y 2002 había sido innecesaria y que era urgente llevar la democracia al país.

"La huelga de hambre nos preocupa, ya que la situación en las cárceles no es buena y hay muchos problemas, especialmente en cuanto asistencia médica, así que sufrirá", ha afirmado uno de los abogados de Alves, Salvadore Freire Santos.

El adolescente es miembro de un movimiento juvenil que ha protagonizado numerosas protestas desde marzo de 2011 para instar a Dos Santos a que abandone el poder después de 34 años. El movimiento acusa al presidente de no respetar los Derechos Humanos de los angoleños y de no hacer lo suficiente para combatir la pobreza del país.

Varias organizaciones defensoras de Derechos Humanos locales y Amnistía Internacional (AI) han hecho un llamamiento a las autoridades para que liberen a Alves. Su abogado ha informado de que el martes se presentó una solicitud a los fiscales para que le dejasen en libertad con el argumento de que el joven sólo podía permanecer detenido durante 45 días y que podía esperar al juicio en libertad.

Alves está retenido en la prisión de Viana, en un suburbio, un centro que, según Santos, es mejor que la cárcel central de Luanda en la que estuvo en un principio. El adolescente comparte celda con adultos, la mayoría de ellos acusados de múltiples delitos y considerados altamente peligrosos.

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