MADRID 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los funcionarios electorales afganos se han puesto manos a la obra para comenzar, en doce de las 34 provincias, un nuevo recuento de votos de las elecciones parlamentarias del 18 de septiembre de 2010, cuyo polémico desarrollo, plagado de denuncias por fraude, ha abierto una gravísima crisis política en el país centroasiático, según medios locales citados por la agencia rusa RIA Novosti.
La Comisión de Quejas afgana asegura haber recibido prácticamente cualquier tipo de denuncia imaginable, desde alteración ilegal de papeletas, repetición de votos, falsificación de identidades de los votantes, así como prácticas de intimidación contra los votantes que se disponían a elegir a los 243 componentes de la Wolesi Jirga, la cámara baja del Parlamento.
Además, al menos 30 personas --21 civiles, nueve agentes de Policía-- fallecieron a causa de los atentados perpetrados por los talibán con el objetivo de boicotear a su acérrimo enemigo, el Gobierno de Kabul.
Tras un largo tira y afloja, el presidente finalmente acordó con los parlamentarios la apertura, a finales del mes pasado, del curso legislativo, para lo cual también ha requerido de la autorización del Tribunal Supremo. La composición del Parlamento podrá varias en las próximas semanas dependiendo del nuevo recuento iniciado hoy.
En las últimas elecciones presidenciales, celebradas en 2009, la Comisión Electoral de Quejas --el organismo apoyado por la ONU-- anuló un tercio de los votos de Hamid Karzai, que se vio entonces obligado a presentarse a una segunda vuelta y, finalmente, venció por la retirada de su oponente.
La Comisión Electoral Independiente ya ha facilitado a la Comisión de Quejas Electorales los datos de 1.100 funcionarios electorales afganos sospechosos de fraude. A pesar de estos presuntos casos de fraude, la Administración que dirige Hamid Karzai aseguró que las últimas elecciones han sido un éxito.