KANDAHAR, 1 Jul. (EP/AP) -
Una investigación sobre los ataques de aviación contra varias viviendas en las que estaban parapetados combatientes talibán determinó que la ofensiva mató a 62 insurgentes y 45 civiles, informaron el domingo dos funcionarios afganos.
Un equipo investigador fue enviado al distrito de Geresk, provincia de Helmand, donde ocurrieron los combates entre los insurgentes y las fuerzas occidentales, el viernes por la noche, dijeron Dur Alí Sha, alcalde de la demarcación, y el jefe de la policía provincial, Mohamad Hussein Andeual.
La Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad de la OTAN (ISAF) ha reconocido que algunos civiles perecieron durante la batalla, pero ha añadido que el número de muertos no era tan alto como señalaban algunos funcionarios afganos.
Dado que el sitio se encuentra muy apartado, era imposible verificar en forma independiente el número de muertos. Funcionarios afganos dijeron que las fuerzas en tierra y la aviación seguían patrullando la zona, y que los combates continuaron el sábado.
Asimismo, un atacante suicida se inmoló el domingo cerca de un convoy de las fuerzas británicas en el distrito de Gereshk, dejando heridos a varios afganos, dijo un reportero de The Associated Press en el lugar.
La batalla del viernes comenzó cuando los combatientes talibán trataron de emboscar una caravana militar estadounidense-afgana. Luego, los insurgentes huyeron a la aldea de Hyderabad, dijo el jefe policial de Helmand.
Sha dijo el sábado por la noche que entre 50 y 60 civiles y 35 insurgentes murieron, pero cambió el número el domingo, cuando citó la investigación.
El mayor John Thomas, portavoz de la fuerza de la OTAN, dijo que los militares no tenían información "que corroborara esos números tan altos". Destacó que la OTAN no abre fuego contra posiciones si hay civiles cerca.
