KANDAHAR (AFGANISTAN), 10 Feb. (EP/AP) -
La Policía afgana realizó hoy disparos de advertencia mientras cientos de manifestantes protestaban por la incapacidad de las autoridades para evitar la violencia secataria que se registró ayer en la ciudad de Herat, en el oeste del país, y que ha dejado al menos cinco muertos y decenas de heridos en las últimas horas. Ayer, al menos 28 personas habían muerto en un ataque contra la mezquita chií de la ciudad.
Los manifestantes, en su mayoría suníes, se concentraron en frente de la residencia del gobernador provincial, acusando al Gobierno de no evitar la ola de violencia entre suníes y chiíes y pidiendo información de los muertos y desaparecidos. "Si el Gobierno no puede controlarlo, la situación empeorará", declaró el presidente de la Cámara de Comercio de Herat, Jan Alakozai. La Policía realizó disparos de adventencia al aire mientras los manifestantes lanzaban piedras, sin que por el momento se tengan datos de heridos.
En otra parte de la ciudad, otro grupo predominantemente suní de manifestantes intentó llegar hasta el consulado de Irán, aparentemente porque se trata de un país de mayoría chií, pero las fuerzas de seguridad les dispersaron disparando al aire. Otros manifestantes se congregaron en el estadio de deportes de la ciudad.
El ex gobernador de Herat Ismail Khan encabezó una delegación oficial hoy a la ciudad para intentar calmar los ánimos e investigar los disturbios. Khan tiene previsto reunirse con líderes suníes y chiíes. La Policía considera que extremistas musulmanes han incitado a la violencia sectaria, muy poco frecuente en Afganistán.
