VIENA 1 Jul. (Reuters/EP) -
El director de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), Yukiya Amano, ha alertado a la comunidad internacional de la "falsa sensación de seguridad" que existe frente a los peligros del terrorismo nuclear.
Amano, que sujetaba un pequeño contenedor de plomo utilizado hace dos años en un caso de tráfico de uranio enriquecido en Moldavia, ha afirmado que ese contenedor mostraba "un nivel preocupante de conocimientos por parte de los contrabandistas".
"Este caso terminó bien", ha declarado el director de la AIEA. "Desgraciadamente, no podemos estar seguros de si este tipo de incidentes representan únicamente la punta del iceberg", ha añadido.
Los analistas estiman que los grupo radicales podrían, en teoría, construir una tosca, aunque mortal, bomba nuclear si dispusieran del dinero, los conocimientos técnicos y la cantidad necesaria de material fisible. Amano ha asegurado que muchos países están tomando medidas para evitar los robos y los sabotajes nucleares.
"En parte, como resultado de estos esfuerzos, no se han producido ataques terroristas en los que se hayan utilizado materiales nucleares o radiactivos", ha señalado el director de la AIEA. "Sin embargo, esto no debe darnos una falsa sensación de seguridad", ha expresado.
Asimismo, ha revelado que la AIEA recibe al año cientos de informes sobre robos de materiales nucleares y radiactivos. "Algunos de esos materiales desaparecen y no son encontrados nunca", ha alertado Amano.
Según los expertos, la obtención de materiales fisibles, como el uranio enriquecido y el plutonio, supone el mayor reto para los grupos terroristas. Por ello, asegurar las instalaciones nucleares, tanto civiles como militares, es un asunto vital.
El lobby Grupo de Expertos del Gobierno sobre Seguridad Nacional (NSGEG, por sus siglas en inglés) asegura que la explosión de un artefacto nuclear, con una cantidad de plutonio similar al tamaño de una manzana, en una zona densamente poblada podría matar y herir de forma instantánea a cientos de miles de personas.
Dado que el material radiactivo es más fácil de obtener y la bomba tiene un diseño más sencillo, y por tanto es más fácil de fabricar, los expertos consideran que las llamadas "bombas sucias" presentan una amenaza mayor que las bombas nucleares.
En una bomba sucia se utilizan explosivos convencionales para diseminar elementos radiactivos, que se pueden encontrar en hospitales y otros sitios que no están muy bien protegidos.
El Secretario de Energía, Ernest Moniz, por su parte, ha reiterado la afirmación que sostiene Washington de que el grupo terrorista Al Qaeda lleva años intentando obtener materiales nucleares para la construcción de armas.
"A pesar de los esfuerzos que hemos efectuado para desmantelar el núcleo de Al Qaeda, deberíamos esperar que sus seguidores (...) continúen intentando llevar a cabo sus ambiciones nucleares", ha manifestado Moniz.