BERLIN, 9 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Rosa Aranda) -
Al menos dos inversores están intentando salvar la insolvente división alemana de telefonía móvil del grupo taiwanés BenQ, y uno de ellos, de origen germano-estadounidense, pretende hacerlo mediante la producción de teléfonos móviles de alto precio, según publica hoy el diario germano 'Rheinische Post' citando a un portavoz del sindicato alemán del sector, IG Metall.
Wolfgang Nettelstroth, de IG Metall, dijo al rotativo que el consorcio inversor quiere producir cuatro millones de móviles anuales y pretende mantener 800 puestos de trabajo en las dos plantas que BenQ tiene en Alemania: Kamp Lintforth y Munich, las dos en Baviera.
Por su parte, el diario financiero alemán 'Handelsblatt' señala hoy que este plan de fabricación de móviles de lujo recuerda a la iniciativa "Xelibri", centrada en la fabricación de móviles modernos para jóvenes e iniciada con un gran despliegue de medios por el fabricante tecnológico alemán Siemens en primavera de 2003. "Xelibri" fracasó sin embargo un año y medio después.
Para lograr una solución para BenQ, ayer se reunieron el grupo de inversores germano-estadounidense con la ministras de Economía del estado federado de Renania del Norte Westfalia, Christa Thoben, el administrador de la insolvencia, Martin Prager, y representantes del Gobierno bávaro y de los sindicatos del sector.
Pese a que ayer mismo se informó de que un grupo de inversores estratégicos germano-estadounidense, (cuyo nombre no ha sido revelado), presentaba una oferta por el negocio alemán de BenQ Mobile, por el momento los administradores de la compañía no han recibido esa oferta.
La quiebra de la división alemana de BenQ afecta a 3.000 empleados repartidos en dos plantas. De esas 3.000 personas, alrededor de 400 han encontrado ya trabajo, algunos de ellos en Siemens, mientras que otros 2.600 continuarán recibiendo su salario durante al menos un año, gracias a un acuerdo.
La división alemana del consorcio taiwanés de telefonía móvil presentó su declaración formal de insolvencia el pasado 18 de septiembre y desde entonces, se han sucedido en Alemania los intentos por salvar a la empresa o suavizar las consecuencias para sus trabajadores.
Hace un año, la taiwanesa BenQ, especializada en la fabricación de productos de informática, comunicación y electrónica de consumo, adquirió la división de telefonía móvil de la alemana Siemens y tan sólo un año después quebró. BenQ informó en septiembre de que cesaría sus pagos a la filial alemana, por "falta de liquidez para seguir con el proyecto".
