LONDRES, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
La votación en el Parlamento del plan del Gobierno conservador británico para bombardear Siria ha provocado la división dentro del Partido Laborista, ya que la mitad de los miembros del gobierno en la sombra recién nombrado por su líder, Jeremy Corbyn, han trasladado al 10 de Downing Street su intención de apoyar los ataques.
Según informa 'The Sunday Times', la mitad de los ministros en la sombra de Corbyn habrían transmitido a sus pares en el Gobierno que apoyarán los bombardeos si se presenta un plan coherente a pesar de que Corbyn ha expresado en multitud de ocasiones su oposición a las intervenciones militares en Oriente Próximo.
El portavoz de Exteriores laborista, Hilary Benn, ha señalado este domingo que el partido estudiará cualquier propuesta que busque poner fin a la guerra. "Hemos dicho que si el Gobierno tiene una propuesta, tendremos que estudiarla: ¿cuál es el objetivo?, ¿qué fundamento legal tiene? ¿qué opinan otros países de la zona, incluido el Gobierno de Irak?", ha señalado Benn en declaraciones a la BBC.
Así, Benn ha defendido una visión más global para resolver el conflicto que incluya más ayuda humanitaria y un impulso al proceso político de negociación.
Según el 'Times', además de la mitad de los ministros en la sombra, cuatro de los cinco miembros del equipo de Exteriores laborista, incluido Benn, estarían dispuestos a apoyar una intervención militar.
Mientras, el propio Corbyn ha defendido este domingo su intención de renacionalizar los ferrocarriles y empezaría asumiendo el control de las cinco empresas ferroviarias (de 16) cuya concesión termina durante la próxima legislatura (2020-2025).
