Armas.- Greenpeace reclama un acuerdo internacional para la prohibición de las bombas de racimo en 2008

Actualizado: jueves, 22 febrero 2007 14:31

La organización ecologista valora la participación del Gobierno español en la reunión de Oslo contra las armas de racimo

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La organización ecologista Greenpeace reclamó hoy la firma de un tratado internacional para la prohibición de las bombas de racimo en 2008, en un comunicado emitido con motivo de la celebración, entre hoy y mañana en Oslo, de la primera reunión internacional para lograr un acuerdo contra este tipo de armas.

Casi cincuenta gobiernos de todo el mundo se reúnen en la capital de Noruega "para lanzar una iniciativa histórica que debe llevar a la prohibición internacional de las bombas de racimo", afirmó la organización, que destacó que "el objetivo final es lograr un tratado en el año 2008". "Estas armas causan daños inaceptables a los civiles durante los conflictos armados y mucho tiempo después de que hayan terminado", aseguró Greenpeace.

La organización valora muy positivamente que el Gobierno español, que había expresado recientemente que no tenía "intención de prohibir este tipo de armamento", se haya sumado a última hora al encuentro. En este sentido, Greenpeace "espera que participe activamente en este proceso y se sume a quienes apoyan un tratado internacional para prohibir este armamento", añadió el comunicado.

En noviembre de 2006, los Estados parte de la Convención sobre Armas Convencionales de la ONU (CCW, por sus siglas en inglés) no lograron un acuerdo para iniciar las negociaciones sobre este tema. Como consecuencia, el Gobierno noruego anunció que lideraría un proceso encaminado a lograr un tratado internacional.

La Conferencia que hoy comienza en Oslo es la primera reunión de este proceso. La iniciativa de Oslo sigue los pasos del proceso de Ottawa, cuando el Gobierno canadiense lideró un proceso para la prohibición de las minas antipersonales.

En los últimos meses, decenas de Gobiernos han expresado formalmente su apoyo a un tratado, al igual que ha hecho el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), numerosas agencias de la ONU y cientos de organizaciones de todo el mundo agrupadas en la Coalición contra las Bombas de Racimo.

Al respecto, Greenpeace recuerda que hay iniciativas parlamentarias en marcha para prohibir o regular el uso de las bombas de racimo en más de diez países, incluidos Reino Unido y Estados Unidos, "dos de los países que más las han utilizado". Austria ha decretado esta misma semana una moratoria que mantendrá hasta que un instrumento internacional las prohíba.

"Es urgente lograr un tratado para proteger a los civiles de las bombas de racimo", declaró la responsable de la campaña de desarme de Greenpeace, Mabel González.

"Éstas son las armas convencionales más peligrosas para los civiles, ya que representan un peligro doble: pueden matarte durante un ataque indiscriminado, o pueden quedar sin explotar en amplios territorios y actuar como minas antipersonales, matando civiles mucho después de que el conflicto haya acabado", explicó. "Por eso instamos al Gobierno español a que apoye activamente este tratado, y a que prohíba su fabricación, venta, uso o almacenamiento en territorio español", manifestó.

ESPAÑA, ENTRE LOS FABRICANTES

Según Greenpeace, se estima que más de 75 países tienen bombas de racimo en sus arsenales, y han sido usadas en al menos 23 países. Más de 30 países las fabrican. "España está entre ellos, ya que varias empresas españolas fabrican este armamento y el Ejército español lo tiene en su arsenal", lamentó la organización.

Los principales productores, especialmente Estados Unidos, Rusia y China, no asisten al encuentro de Oslo y no apoyan el proceso. "Sin embargo, puede ir adelante sin ellos, como ocurrió con el tratado sobre las minas antipersonales, que se logró por la voluntad de un grupo comprometido de países de tamaño pequeño y medio, que trabajaron mano a mano con las organizaciones no gubernamentales comprometidas en el tema", aseguró Mabel González.