ESTAMBUL (TURQUIA), 19 Abr. (EUROPA PRESS/Ildefonso González) -
La Policía turca ha detenido en las últimas horas a otras cinco personas presuntamente implicadas en el asesinato de tres trabajadores de una editorial cristiana en Malatya, según informó hoy el gobernador de esta provincia del este del país, Halil Ibrahim Dasoz.
"Ha habido cinco detenciones más. El número total de sospechosos detenidos es de diez", aseguró el gobernador en declaraciones a la prensa. Las autoridades turcas arrestaron ayer, poco después del crimen, a cinco de los supuestos autores, uno de los cuáles fue operado de urgencia tras sufrir un grave traumatismo craneoencefálico cuando intentaba zafarse de las fuerzas de seguridad.
Todos ellos tenían entre 19 y 20 años de edad y vivían juntos en un apartamento de Malatya donde estaban preparando el examen de ingreso en la universidad. En sus ropas se halló una carta, con sus respectivas copias, que decía: "Todos somos hermanos. Nos enfrentamos a la muerte. No hay vuelta atrás. Rezad por nosotros".
Dasoz agregó que los cinco arrestados hoy tenían una edad similar a los de ayer, pero no explicó si estos estuvieron también en la escena del atentado. Únicamente se limitó a decir que habían sido detenidos "en varios lugares".
Según indicaron ayer los medios locales, la Policía turca está investigando la implicación del Hezbolá turco por la manera en que las víctimas fueron atadas, de pies y manos. El Hezbolá turco no guarda ninguna relación con la milicia chií libanesa Hezbolá. Se trata de un grupo armado ilegal creado en la provincia turca de Batman en 1987 y perteneciente a la rama suní del credo islámico, como la mayoría de la población kurda musulmana de la zona.
El movimiento, comprometido con la instauración de un Estado fundamentalista islámico en Turquía, habría crecido con el apoyo del Gobierno y el Ejército turcos durante la década de 1990 con el objetivo de aniquilar a dirigentes izquierdistas, kurdos o alevis.
La editorial Zirve, que edita Biblias y textos cristianos, había recibido serias amenazas por parte de grupos ultranacionalistas que la acusaba de hacer proselitismo. Sin embargo, no había solicitado protección policial, según reconoció ayer su director general, Hamza Ozant.
