El asesino de Omaha reconoció en su nota de suicidio que quería "dejar de ser una carga" y "marcharse con estilo"

Actualizado: jueves, 6 diciembre 2007 21:18


WASHINGTON, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Policía ha comenzado a divulgar detalles sobre lo que es ya el segundo tiroteo más sangriento en toda la historia del estado norteamericano de Nebraska, ocurrido la noche de ayer en el centro comercial Westroads, donde el joven de 19 años Robert A. Hawkins, armado con un rifle de repetición, comenzó a abrir fuego indiscriminadamente, acabando con la vida de ocho personas --cinco mujeres y tres hombres-- y dejando cinco heridos graves antes de suicidarse.

Si bien Hawkins había tenido problemas con la ley, jamás había sido acusado de actos violentos, lo que ha confundido a las autoridades, ya que las primeras investigaciones apuntan a que el asaltante quería hacer todo el daño posible para ver satisfecho su deseo de "ser famoso" y "abandonar el mundo con estilo", según confesó en su nota de suicidio.

"Si lo que quieres es provocar un asesinato en masa, lo mejor era irse al Westroads, que estaba abarrotado de personas que realizaban las compras navideñas", declaró el jefe de Policía del Estado, Thomas Warren. El rifle que empleó se trataba de un AK-47, de fabricación soviética y uno de los más utilizados del mundo. "Dada la alta tasa de mortalidad del incidente, está claro que (Hawkins) contaba con un arma de repetición con balas de alta velocidad", informó el doctor Robert Muelleman en un primer momento. Luego se supo que la munición empleada, SKS de 7,66 mm, correspondía con la descripción inicial de Muelleman.

El joven había estado viviendo en la casa de una mujer tras abandonar la casa de sus padres. En la nota que dejó antes del asalto, pedía "perdón por todo", y afirmaba que ya no sería "una carga para la familia". "Ahora seré famoso", concluía. Hawkins contaba con antecedentes penales de poca relevancia: posesión de drogas, disturbios, y posesión ilegal de alcohol por ser menor de edad, y tenía previsto comparecer en el juzgado en dos semanas.

Al parecer, podría haber entrado en el centro comercial con el rifle escondido debajo de su chaqueta con capucha. "Posiblemente llevaba algo debajo", dijo Warren tras examinar los registros de las cámaras de vigilancia. Horas antes, la propietaria de la vivienda donde vivía Hawkins, Debora Maruca-Kovac, dijo que Hawkins había llamado poco antes del suceso para anunciarle que pensaba quitarse la vida después de matar al mayor número de personas posible.

EL ASALTO

De los ocho muertos, seis eran empleados de la tienda de ropa y productos varios Von Maur, mientras que los otros dos eran clientes que se encontraban allí en el momento en el que Hawkins comenzó a abrir fuego. El joven, que había sido despedido ese día de su trabajo en el restaurante McDonald's, entró en el centro comercial a las 1.42 de la tarde por el acceso de la segunda planta, y cogió un ascensor que le dejó enfrente de la tienda, en el tercer piso, según el diario estadounidense 'The Washington Post'.

"En ese momento, Hawkins comenzó a abrir fuego, matando e hiriendo gente a lo largo de todo el incidente", según Warren. El joven se abrió paso por toda la tienda a disparos, antes de volver a bajar al segundo piso. Allí se dirigió al establecimiento de servicio al cliente donde miembros del centro se encargaban de envolver los regalos navideños. El joven no dejó de disparar ni un momento.

Al oír los disparos, muchos de los presentes se atrincheraron detrás del mobiliario decorativo del centro o se ocultaron en los probadores de las tiendas cercanas mientras comenzaban a llamar a la Policía. "Sólo podía pensar en lo que pasaría si entraba en el probador", declaró el testigo Kevin Kleine, que en esos momentos estaba acompañado de su hija de cuatro años.

Al parecer, Hawkins realizó entre quince y veinticinco disparos en total, según los testigos, aunque podrían haber sido más. A los seis minutos de recibir la primera llamada de ayuda, decenas de policías rodearon el centro y procedieron a cerrarlo por completo.

Una unidad de operaciones especiales irrumpió en las instalaciones inmediatamente. Tras entrar en el centro, comenzaron a 'peinar' todas las tiendas, guiando a todos aquellos que permanecían escondidos hacia la salida mientras los helicópteros buscaban a Hawkins desde el exterior. El cuerpo fue hallado sin vida por las fuerzas del orden, junto con la nota de suicidio, antes de proceder a retirar el arma del cuerpo sin vida del joven y comenzar a atender a las víctimas.

Entre los cinco heridos, dos se encuentran en estado crítico, según fuentes médicas.

"PERDÓN POR TODO"

Al conocer el incidente, la propietaria del piso donde vivía Hawkins se puso en contacto con la Policía, a la que puso al tanto de las intenciones del joven. El asaltante habló con ella la noche anterior, cuando Hawkins le comentó que "tenía que pedir perdón por todo, que no quería ser una carga, que era un pedazo de mierda toda su vida y que ahora sería famoso".

Según Maruca-Kovac, Hawkins era amigo de sus hijos y la recordaba a "un cachorro al que nadie quería". Se había trasladado a su casa hacía año y medio porque no podía permanecer en su domicilio ya que tenía "algunos problemas con su madrastra". Maruca-Kovac añadió que Hawkins siempre se comportó con educación "aunque tenía muchos problemas, obviamente".

El incidente tuvo lugar sólo horas después de que el presidente Bush visitara Omaha para recaudar fondos. La Casa Blanca trasladó en un comunicado el deseo de Bush de que "la comunidad de Omaha se recupere de esta tragedia y se reconforten entre sí", de acuerdo con la nota recogida por la cadena estadounidense CNN.