El presidente de Siria, Bashar al Assad
El presidente de Siria, Bashar al Assad - -/SANA/dpa - Archivo
Actualizado: jueves, 11 junio 2020 21:56

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha cesado este jueves a su primer ministro, Imad Jamis, tras varios días de protestas antigubernamentales, las primeras de envergadura desde 2011, en varias zonas del país árabe, especialmente en el sur.

La Presidencia ha indicado en su decreto que Husein Arnus sucederá en el cargo a Jamis, quien era el primer ministro sirio desde 2016, sin desvelar los motivos de la decisión, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA.

Arnus compaginará el cargo con el de ministro de Recursos Hídricos, cartera que ocupa desde 2018. Nacido en 1953 en la provincia de Idlib, fue gobernador de la provincia de Deir Ezzor entre 2009 y 2011 y de la de Quneitra ese mismo año.

Posteriormente, entró a formar parte del Ejecutivo de Al Assad como ministro de Obras Públicas y Vivienda entre 2013 y 2018, cuando pasó a ocupar el cargo de ministro de Recursos Hídricos. Además, es miembro del comité central del gubernamental Baaz desde 2013.

Arnus es uno de los funcionarios sirios sobre los que pesan sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a causa de su papel en la guerra que estalló en el país a raíz de la represión de las protestas prodemocráticas de 2011.

Las manifestaciones de los últimos días han tenido su epicentro en la provincia de Sueida para protestar contra la "corrupción" y para pedir mejoras en el nivel de vida y la situación económica, marcada por un desplome de la libra siria.

La cotización de la libra siria con respecto al dólar se ha desplomado hasta cambiarse 3.500 unidades de la moneda siria por un dólar estadounidense, cuando antes de la guerra, en 2011, había que pagar 50 libras para conseguir un dólar.

Asimismo, los manifestantes han reclamado durante los últimos días la salida de tropas rusas e iraníes del país, donde apoyan al Gobierno de Al Assad en el marco del conflicto que estalló en 2011.

Las protestas antigubernamentales recibieron respuesta el miércoles a través de una concentración en Sueida de miembros del partido Baaz y funcionarios para expresar su respaldo a Al Assad, si bien el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos denunció que muchos habían sido coaccionados para ello.

Sin embargo, también durante la jornada del miércoles las protestas se extendieron a otras zonas del país, incluidas algunas consideradas bastiones del presidente como Latakia y Tarus, especialmente a causa del ahondamiento de la crisis económica.

Asimismo, se han repetido en provincias como Hama y Daraa, mientras que Idlib ha sido igualmente escenario de concentraciones contra el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) --el principal grupo rebelde en la provincia--, tal y como ha informado el Observatorio, con sede en Londres e informantes en el país árabe.

SIRIA CRITICA LAS SANCIONES

Ante el deterioro de la situación, el Ejecutivo sirio tildó a principios de junio de "terrorismo económico" las nuevas sancione que contempla Estados Unidos contra el país a través de la conocida como 'Ley César'.

El 'Ley César', que obtuvo en diciembre apoyo de los dos partidos estadounidenses en el Congreso y entrará en vigor este mes, contempla sanciones para militares y otros responsables de atrocidades durante la guerra.

De esta forma, aplica sanciones a los que hayan prestado apoyo "a los esfuerzos militares del régimen de (el presidente, Bashar) Al Assad", además de respaldar a aquellos organismos que recaben pruebas sobre crímenes de guerra.

Asimismo, expande el anterior régimen de sanciones, al contener una cláusula contra instituciones gubernamentales e individuos que hagan negocios con Damasco, lo que podría afectar a los esfuerzos de reconstrucción que intenta llevar a cabo el Gobierno sirio.

El Ley recibió el nombre por un desertor del Ejército sirio conocido por el alias de 'César', que tomó más de 55.000 imágenes tanto en la prisión como en los hospitales militares y que muestran unos 11.000 cuerpos desnutridos con signos de violencia, como golpes o estrangulación y otras formas de torturas.

LA DISPUTA POR SYRIATEL

El escenario económico y político ha estado marcado además durante los últimos meses por la disputa entre Al Assad y su primo Rami Majluf en torno al impacto de una serie de deudas de la principal compañía telefónica, Syriatel, que ha llevado al magnate a lanzar una serie de ataques contra las autoridades.

Un tribunal sirio ordenó finalmente la semana pasada la expropiación de la compañía. Majluf ha sido acusado por las autoridades sirias de evadir el pago de 180 millones de dólares en deudas contraídas por la compañía.

La situación supone un dramático giro de las alianzas, después de que Majluf se haya enriquecido en el país como uno de los principales miembros de la élite siria, acusado de corrupción por importantes sectores de la población.

Durante las últimas semanas ha publicado una serie de vídeos para criticar a las autoridades y tildar las condiciones de vida en Siria como "lamentables", en un distanciamiento de la tradicional alianza de la familia Majluf --alauí, como la de Al Assad-- con el Gobierno.

Las disputas se retrotraen cerca de ocho meses, cuando el Estado empezó a desmantelar parte de su imperio y la milicia Al Bustan, creada para combatir del lado de las fuerzas progubernamentales en la guerra que estalló en 2011. Asimismo, disolvió en diciembre el Partido Social Nacionalista de Siria (SSNP), encabezado en la sombra por Majluf desde 2005.

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