BEIRUT, 31 Ene. (Reuters/EP) -
La tensión política entre Israel y Líbano se ha disparado estos días a raíz de un proyecto libanés para explotar yacimientos de crudo y gas en una zona marítima en disputa, una "provocación" a ojos israelíes que ha suscitado un cruce de reproches e incluso amenazas.
El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, ha denunciado los "mensajes amenazantes" vertidos en los últimos días por Israel, mientras que el ministro de Energía, Cesar Abi Jalil, ha subrayado que su Gobierno utilizará "todos los métodos disponibles" para hacer frente a una hipotética "agresión" y protegerla frontera marítima.
En esta línea, el partido-milicia Hezbolá, ha advertido de que hará frente a cualquier tipo de desafío en aras de los "derechos" de explotación energética. "Confirmamos de nuevo nuestra firme y sincera posición de hacer frente de forma decidida a cualquier asalto contra nuestros derechos petroleros y gasistas y proteger la riqueza" libanesa, ha advertido Hezbolá en un comunicado.
Una de las declaraciones que más ha molestado en Beirut ha sido la pronunciada por el ministro de Defensa israelí, el ultraderechista Avigdor Lieberman, que avisó al país vecino de que cualquier explotación no consensuada en el llamado Bloque 9 implica una conducta "muy, muy provocadora". Los dos países se disputan un triángulo marítimo de unos 860 kilómetros cuadrados dentro del cual se incluye el Bloque 9.
Lieberman se ha dirigido a las empresas que quieran presentarse al concurso público para advertirles de que estaría cometiendo "un grave error", ya que se implicarían en algo "contrario a todas las normativas y protocolos en casos como éste".
"Las palabras de Lieberman sobre el Bloque 9 son una amenaza para Líbano y su derecho a la soberanía sobre aguas territoriales", ha respondido el presidente libanés, Michel Aoun, en su cuenta de Twitter.