Austria rechaza modificar las leyes de asilo político

Europa Press Internacional
Actualizado: miércoles, 23 enero 2013 19:49

VIENA 23 Ene. (Reuters/EP) -

La ministra del Interior austriaca, Johanna Mikl-Leitner, ha rechazado que se vayan a producir cambios en la ley del sistema de asilos en el país, tras varias semanas de protesta contra las normas austriacas por parte de grupos de refugiados concentrados en una iglesia.

Mikl-Leitner ha asegurado que las normas sobre el tratamiento de solicitantes de asilo son equiparables a la legislación de otros países europeos y que no se prevén cambios importantes. "No veo ninguna necesidad", ha indicado a la agencia oficial austriaca.

Los refugiados quieren tener el derecho a trabajar mientras esperan que las autoridades dictaminen su condición de asilado político, que en algunos casos puede ser de años. Además, han protestado por las condiciones en el campamento de refugiados de Traiskirchen, en el este del país, y la obligatoriedad de que las autoridades tengan que recopilar sus huellas dactilares cuando llegan al país.

Los solicitantes de asilo han asegurado este miércoles que no van a abandonar la protesta que realizan desde hace semanas en la iglesia de Votivkirche, ante las peticiones de la organización católica Cáritas y el Gobierno de trasladar la protesta a otro lugar.

"Si los políticos quieren resolver el problema, pueden resolverlo en unos días y todo se habrá acabado", ha asegurado Muhamed Numan, procedente de Pakistán. Unos 40 solicitantes de asilo --la mayoría de Pakistán y Afganistán-- acabaron el martes con una huelga de hambre que mantenían desde hace semanas para ganar fuerzas de cara a una posible negociación con las autoridades.

Los solicitantes de asilo sólo pueden trabajar en empleos temporales, como en la recogida de la fruta, ya que no pueden optar a contratos indefinidos mientras se tramita su solicitud. El 80 por ciento de los casos de refugiados se resuelve en los primeros ocho meses, según Mikl-Leitner.

En 2012, las solicitudes de asilo crecieron un 21 por ciento hasta las 1.415. Al menos un cuarto de ellas procedía de ciudadanos afganos, aunque también se registraron numerosas peticiones de rusos, paquistaníes y sirios.

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