VIENA, 6 Mar. (Reuters/EP) -
Austria ha anunciado este miércoles que no facilitará la repatriación de los ciudadanos que dejaron el país para luchar con Estado Islámico y otros grupos terroristas. Esta declaración de intenciones llega en medio del debate sobre qué hacer con los milicianos que quieren retornar.
Cientos de personas han dejado Europa en los últimos años para luchar con Estado Islámico en Siria e Irak, pero ahora que el grupo terrorista ha perdido prácticamente todo su territorio, algunos de ellos han pedido volver a casa.
El Gobierno austriaco ha enviado un proyecto de ley al Parlamento que establece la posibilidad de negar a sus ciudadanos la asistencia consular si considera que constituyen un problema de orden público, según ha anunciado el propio Ejecutivo en un comunicado.
"En el futuro no habrá asistencia para aquellas personas que se unan a una organización terrorista", ha recalcado el canciller, Sebastian Kurz.
"Cualquiera que deje Austria con el propósito de matar, torturar o actuar contra minorías religiosas y aquellos que piensan diferente no tiene derecho a la ayuda de Austria", ha añadido, aunque se ha abstenido de confirmar si serían encarcelados.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, urgió el mes pasado a Reino Unido, Francia y Alemania a aceptar de vuelta a más de 800 milicianos de Estado Islámico y llevarlos a juicio.
Sin embargo, los países europeos han evitado hasta el momento llevar de vuelta a ciudadanos que han prestado juramento a grupos terroristas cuyo objetivo es destruir Occidente.
Los conservadores alemanes, liderados por la canciller Angela Merkel, y sus socios socialdemócratas acordaron la semana pasada un plan para quitar la nacionalidad a algunos ciudadanos alemanes que lucharon en las filas de Estado Islámico.
Por su parte, Reino Unido también retiró la ciudadanía a un joven que dejó Londres con 15 años para unirse a Estado Islámico en Siria.