Las autoridades incrementan la seguridad en Islamabad de cara a la llegada de Musharraf

MADRID 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Pakistán han incrementado la seguridad en Islamabad de cara a la llegada a la capital durante la jornada del jueves del expresidente Pervez Musharraf, incluyendo el despliegue de tres comandos de la Policía en los alrededores de su vivienda y el bloqueo de varias calles de la zona.

"Los protocolos recogidos en el Libro Azul apuntan que los expresidentes han de contar con una seguridad total, pero no especifican el número de personal o los acuerdos de seguridad (que se han de implementar)", ha dicho la Policía.

La Superintendencia de la Policía será la responsable de la seguridad de Musharraf durante sus desplazamientos en la capital y se coordinará con el personal del expresidente, según ha informado el diario paquistaní 'Dawn'.

Musharraf presentará su candidatura a las elecciones legislativas de mayo al frente de su partido, la Liga Musulmana de Todo Pakistán (LMTP), para intentar conseguir tres escaños en Karachi, Chitral y Kasur, según un asesor del exmandatario.

El martes, Musharraf mantuvo una reunión con varios de los candidatos de la LMTP de cara a las próximas elecciones y les solicitó que recaben apoyos para conseguir su elección. "Regresé a Pakistán por el bien de mi país. Estoy intentando persuadir a la gente para que me vote", dijo.

El expresidente se comprometió el domingo tras su regreso a Pakistán tras ocho años de exilio autoimpuesto a iniciar una etapa de restauración en el país si consigue el triunfo en las próximas elecciones parlamentarias.

"La gente dijo que no vendría, ¿dónde está ahora esa gente?", declaró Musharraf ante un grupo de más de 1.000 partidarios sin la presencia de micrófonos, dado que ha tenido que alterar su recorrido por la amenaza de muerte anunciada por Al Qaeda. "La gente intenta asustarme, pero solo tengo miedo a Dios y a nadie más", aseguró.

Musharraf, de 69 años, decidió poner fin a su exilio a pesar de estar amenazado de muerte por los talibán paquistaníes y de estar en libertad condicional tras ser condenado por obstaculizar la investigación del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto.