MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bahréin ha reiterado que la muerte de Yusef Mowali, ciudadano bahreiní que apareció ahogado el 13 de enero tras salir dos días antes a dar una vuelta en la capital, Manama, falleció por ahogamiento, contradiciendo así los resultados de la segunda autopsia publicados el miércoles, que apuntaron que la causa de la muerte fueron las torturas a las que fue sometido.
El examinador médico oficial ha confirmado que el fallecido, cuyo cadáver fue encontrado flotando en el mar cerca de Amwaj, murió ahogado, y se ha referido a las pruebas fotográficas recogidas en el lugar del suceso y en la autopsia.
Asimismo, ha indicado que las pruebas presentadas en el informe independiente se contradicen con las que él presento y ha mostrado dudas acerca de la autenticidad de las fotos incluidas en dicho informe, según ha informado la agencia estatal bahreiní, BNA.
Pese a que la primera autopsia, realizada por médicos del Gobierno, indicó que Mowali había fallecido ahogado y señaló que "no hay pruebas de heridas sospechosas que pudieran haber sido causada por violencia criminal", la familia solicitó la realización de una segunda autopsia.
La prueba, que fue llevada a cabo en secreto por una profesora en medicina forense de la universidad de Estambul, ha determinado que Mowali fue torturado con descargas eléctricas y que estaba inconsciente en el momento en que fue ahogado, según informó la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
La familia de Mowali, que sufría esquizofrenia, subrayó que el fallecido no tenía interés en la política y que no acudió a las manifestaciones que han recorrido el país desde febrero de 2011 para solicitar una mayor democratización y un aumento del respecto a los Derechos Humanos.
La profesora encargada de la autopsia también encontró heridas "evidentes" en sus pies, piernas y brazos que no habían sido mencionadas en el primer informe médico. El padre de Mowali, Ahmed Mowali, señaló que se negó a firmar el acta de defunción tras ver el cadáver de su hijo al darse cuenta de que presentaba evidentes signos de tortura.
El abogado de la familia Mowali, Nawaf al Sayed, aseguró que envió una petición en nombre de la familia para que se realizara una segunda autopsia a cargo de un médico independiente o de una organización internacional que quisiera hacerse cargo del caso.
Pese a que ambas peticiones fueron rechazadas, las autoridades dieron a Al Sayed permiso verbal para que la familia examinara el cuerpo con la finalidad de esclarecer cualquier pregunta. En ese momento, la familia contactó con el Consejo Internacional de Rehabilitación de Víctimas de la Tortura (IRCT), una organización internacional con sede en Dinamarca, que envió a la doctora Sebnem Korur Fincanci para llevar a cabo la autopsia.
La familia de Mowali ha enviado al fiscal general el informe de la segunda autopsia para que lo agregue a la investigación sobre la muerte del joven, que se encuentra aún en su fase preliminar. Aún no se ha determinado si se abrirá un juicio sobre el caso.
Sin embargo, el fiscal general de Bahréin, Nayef Yusif, ha anunciado este viernes que se abrirá una nueva investigación sobre el caso a la luz de las pruebas presentadas en la segunda autopsia.
Pese a ello, ha matizado que la idea de que la muerte fuera causada por torturas es solo "una suposición" y ha recordado que en el informe independiente "no se tuvieron en cuenta factores como los resultados toxicológicos, que indicaron la presencia de medicación prescrita para casos de esquizofrenia".