MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) y Médicos Sin Fronteras (MSF) ha acusado a las fuerzas gubernamentales bahreiniés de irrumpir en los hospitales en busca de manifestantes heridos después de las manifestaciones que desde hace semanas se suceden en el emirato.
MSF llama la atención sobre estas redadas en los centros hospitalarios para arrestar a opositores y evitar el ingreso de heridos. "Las instalaciones sanitarias están siendo utilizadas como cebo para identificar y detener a aquellos que se atreven a solicitar tratamiento", ha dicho Latifa Ayada, coordinadora de la ONG. Ayada precisa que los agentes logran identificar a sus objetivos gracias a las heridas.
Este mismo jueves el príncipe heredero de la monarquía bahreiní, Salman bin Hamad al Jalifa, aseguró que no habrá "clemencia" para aquellos que intenten dividir el país, si bien el Gobierno está comprometido con las reformas.
Hamad al Jalifa también trasladó la preocupación del régimen porque parte de la juventud esté siendo arrastrada "a un camino destructivo". "La nación está con ellos", ha subrayado, citado por la CNN.
El príncipe ha asegurado igualmente que las fuerzas públicas todas las medidas necesarias para defender la vida y los intereses de la población, siempre basándose en los valores islámicos y árabes.
En cambio, la ONG Human Rights Watch ha denunciado el creciente número de detenciones arbitrarias que sufren los opositores. "Bahréin ha creado un estado de miedo, no un estado de seguridad", comenta Joe Stork, subdirector de HRW para Oriente Próximo. Esta organización asegura que en ocasiones los detenidos han sufrido agresiones y otros malos tratos, según los testimonios de algunos de ellos.
Desde el inicio de las manifestaciones en contra del régimen, el 14 de febrero, el partido opositor Wefaq ha contabilizado un mínimo de 430 detenciones. También ha habido desaparecidos.
