NUEVA YORK, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha expresado este jueves su preocupación por la decisión del Gobierno de Bahréin de prohibir las manifestaciones de todo tipo en el país con el fin de preservar la "seguridad" después de que las protestas promovidas por la oposición hayan degenerado en violencia y en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
"Ban cree que estas restricciones podrían agravar la situación en el país, por lo que pide al Ejecutivo bahreiní que las levante sin retraso", ha dicho el portavoz del secretario general, Martin Nesirky, a través de un comunicado. Así, ha pedido a las autoridades que "se ciñan totalmente a los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos, incluyendo el respeto al derecho de expresión y a la libertad de asamblea".
Por otra parte, Ban ha solicitado a los manifestantes que "garanticen que todas las manifestaciones sean pacíficas", al tiempo que ha tildado de "inaceptable" la muerte de dos agentes de las fuerzas de seguridad.
El secretario general de Naciones Unidas ha vuelto a abogar por "la necesidad de iniciar un diálogo nacional inclusivo y significativo que dé respuesta a las aspiraciones legítimas de la población", opción que ha definido como "el único camino hacia la estabilidad y la prosperidad de los bahreiníes".
Por último, ha pedido a Manama "la total implementación" de las recomendaciones formuladas por la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin (BICI), establecida para depurar responsabilidades tras las protestas del año pasado y que concluyó acusando a las autoridades de perpetrar "graves e impunes" violaciones de los Derechos Humanos, entre las que destacan prácticas generalizadas de tortura y maltrato.
Sin embargo, activistas opositores han denunciado que la BICI estaba politizada, ya que la mayoría de los miembros fueron elegidos por el emir, Hamad bin Isa al Jalifa. Además, Naciones Unidas y múltiples ONG han señalado que las recomendaciones no están siendo implementadas al ritmo o con la extensión esperada.
El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente desde marzo de 2011 las protestas pro democráticas en el territorio. Manama impuso la ley marcial y solicitó la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones.
La oposición ha denunciado las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
Asimismo, desde el inicio de la represión de las autoridades contra los manifestantes, ONG internacionales como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) o Reporteros Sin Fronteras (RSF) han emitido múltiples comunicados para denunciar la situación de Derechos Humanos en el país y pedir a la comunidad internacional una postura activa de presión sobre el Ejecutivo.
