MÚNICH (ALEMANIA), 3 Feb. (Reuters/EP) -
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ha señalado que el ataque del pasado miércoles contra un laboratorio de armas biológicas sirio demuestra que Israel hablaba en serio cuando advertía de que intervendría si había peligro de que las armas químicas y biológicas del Ejército sirio cayeran en manos de los insurgentes o el partido-milicia chií libanés Hezbolá. Con estas declaraciones Barak admite que fue la aviación israelí la responsable del bombardeo del miércoles.
"No puedo añadir nada a lo que se ha podido leer en los periódicos sobre lo que ocurrió en Siria hace unos días, pero sigo diciendo con franqueza que lo que decimos, y esto es otra prueba de ello, cuando lo decimos, lo decimos en serio. Decimos que no creemos que se deba permitir que las armas avanzadas lleguen a Líbano", ha afirmado Barak desde Alemania, donde se encuentra para participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Fuentes diplomáticas y los rebeldes sirios habían asegurado ya que el ataque contra un convoy militar cerca de la frontera libanesa fue perpetrado por aviones israelíes. Al parecer estas armas iban a ser entregadas a Hezbolá.
Sin embargo, el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, ha negado esta versión y sostiene que el objetivo fue el complejo de Jamraya, a las afueras de Damasco, a 13 kilómetros de la frontera. Este domingo la televisión estatal siria ha publicado imágenes del lugar bombardeado, con edificios gravemente dañados y varios vehículos militares con capacidad para transportar misiles destruidos.
