El presidente de Sudán acusa a "bandidos, traidores y saboteadores" de las protestas

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:35

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, ha tildado este miércoles de "bandidos, traidores y saboteadores" a los participantes en las protestas antigubernamentales desatadas a finales de septiembre a causa de la retirada de los subsidios al combustible, al tiempo que les ha acusado de "orquestar" las manifestaciones en colaboración con "la prensa hostil".

   Durante un mítin en el estado de Gedaref (este), ha descrito a sus opositores como "débiles" y les ha acusado de usar a "infiltrados" y "ladrones" para llevar a cabo su plan para derrocar al Gobierno, según ha informado el diario 'Sudan Tribune'.

   Asimismo, ha recalcado que el Gobierno no dará marcha atrás en la implementación de las medidas de austeridad, al tiempo que ha anunciado que explicará las razones detrás de la retirada de los subsidios durante una conferencia económica que se celebrará en noviembre.

   La semana pasada, Al Bashir sostuvo que la eliminación de los subsidios era necesaria para evitar el "colapso económico" del país africano. "Las últimas medidas económicas están destinadas a evitar el colapso de la economía por el aumento de la inflación y la inestabilidad en los tipos de cambio", dijo, según la agencia de noticias SUNA.

   Al Bashir atribuyó la crisis económica al "impacto negativo" que ha tenido en Sudán la independencia de Sudán del Sur, proclamada el 9 de julio de 2011, ya que su vecino meridional posee la mayoría de los yacimientos de hidrocarburos.

LOS DISTURBIOS

   Los disturbios comenzaron el pasado 23 de septiembre, cuando el Gobierno de Al Bashir anunció su decisión de eliminar los subsidios a los combustibles, lo que en la práctica supuso la duplicación de su precio.

   En los siguientes quince días se celebraron manifestaciones multitudinarias en Jartum y otras ciudades cercanas, con una importante presencia de estudiantes universitarios, en las que se produjeron fuertes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

   Los manifestantes bloquearon las principales calles con barricadas incendiadas, saquearon edificios públicos y atacaron a los uniformados, a lo que éstos respondieron con gases lacrimógenos, según la versión oficial, y con balas reales, según activistas.

   El Gobierno ha fijado el balance de víctimas en 34 muertos, 500 heridos y más de 700 detenidos. Sin embargo, el Sindicato de Médicos de Sudán ha señalado la existencia de al menos 210 fallecidos, la mayoría por heridas de bala en la cabeza y el pecho.

INFILTRACIÓN REBELDE

   Por su parte, el ministro de Interior, Ibrahim Mahmud Hamid, sugirió la semana pasada la infiltración en las manifestaciones contra el Gobierno del Frente Revolucionario, una alianza de grupos rebeldes decididos a derrocar a Al Bashir.

   "El método es idéntico al usado por el Frente Revolucionario en los estados de Kordofán Sur y Darfur. Las evidencias sugieren que ha habido contactos con elementos internos para socavar la seguridad y estabilidad del Estado", afirmó Hamid.

   En este contexto, adelantó que el Gobierno pondrá en marcha un nuevo operativo de seguridad que consistirá, entre otras cosas, en utilizar "tecnología". En concreto, reveló que se instalarán cámaras de vídeo en varias zonas de Sudán.

SOLICITUD DE VISADO

   Por otra parte, Al Bashir ha destacado durante su mítin que su Gobierno hace frente a "numerosas dificultades", al tiempo que ha recalcado haber desafiado la orden de arresto emitida contra él por el Tribunal Penal Internacional (TPI) al haber viajado a varios países.

   En este sentido, ha manifestado que su solicitud de visado a Estados Unidos para asistir a la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York fue "el mayor desafío a América". "Fuimos serios al desafiarles, pero se negaron a darme un visado", ha dicho.

   El TPI ha emitido una orden de arresto internacional para Al Bashir y Estados Unidos es uno de los países que ha liderado las iniciativas para que el presidente sea procesado por crímenes de guerra y contra la Humanidad cometidos en la región de Darfur, en el oeste del país.

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