BRUSELAS, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Los independentistas flamencos de la N-VA, liderados por el alcalde de Amberes, Bart De Wever, han obtenido este domingo una gran victoria en las elecciones belgas, lo que les convierte en una fuerza indispensable para liderar el nuevo Gobierno y podría complicar de nuevo las negociaciones entre flamencos y valones.
Tras proclamarse vencedor, De Wever se ha mostrado dispuesto a asumir la iniciativa a la hora de formar Gobierno, aunque ha admitido que "será difícil porque la brecha entre la democracia flamenca y la democracia francófona nunca ha sido tan grande". De Weber ha resaltado en todo caso que "no queremos una crisis". Su prioridad será buscar una "coalición fuerte y lógica" rápidamente en Flandes para negociar después a nivel federal.
Por su parte, el primer ministro, Elio di Rupo, ha destacado que "la familia socialista (sumando valones y flamencos) sigue siendo la primera fuerza política del país". Di Rupo ha reclamado "establecer rápidamente una mayoría gubernamental para poder avanzar", pero en su discurso no ha mencionado ni una vez a la N-VA.
Con el 80% de los votos escrutados, la N-VA obtiene el 24,5% a nivel federal, un 7,1% más que en los anteriores comicios de 2010. En contraste, los socialistas valones del actual primer ministro, Elio di Rupo, apenas logra el 7,5% de los sufragios, cifra que representa una caída de 6,2 puntos.
Los independentistas se imponen también en las elecciones al parlamento flamenco y superan ampliamente el umbral del 30% de los votos, hasta alcanzar el 32,7% (cifra que representa un crecimiento del 19,6%). En contraste, la ultraderecha del Vlaams Belang se hunde y se queda en el 6% de los votos (tras caer un 9,3%).
En segunda posición en las elecciones al parlamento flamenco se sitúan los democristianos del CD&V (20,9%), seguidos de los socialistas de SP.A (13,5%), los liberales de Open VLD (13,5%) y los verdes de Groen (8,6%).
Por su parte, en el parlamento de Valonia los socialistas de Elio di Rupo se mantienen como líderes con el 30,6% de los votos aunque caen dos puntos. Le siguen los liberales del MR (27,1%), los democristianos del CDH (15,9%), los verdes de Ecolo (8,7%) y el Partido del Trabajo de Bélgica, el que más sube, hasta situarse en el 5,5%.
La subida de los independentistas flamencos y la caída de los socialistas valones hacen muy difícil reeditar la actual coalición gobernante de seis partidos: socialistas, liberales y democristianos, tanto flamencos como valones.
Además, Bart De Weber ha dejado claro que no descarta aspirar a convertirse en primer ministro de Bélgica.
Tras las anteriores elecciones federales de junio de 2010, Bélgica batió todos los récords al tardar 541 días en la formación de un Gobierno, lo que agravó al máximo las tensiones separatistas y situó al país al borde del abismo. Ya entonces el N-VA de De Wever ganó los comicios con el 28% de los votos, pero al final quedó fuera del Gobierno.