BRUSELAS, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 100 ultranacionalistas turcos fueron detenidos ayer en Bruselas por participar en una manifestación no autorizada para protestar contra los ataques en el sureste de Turquía del grupo rebelde Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y para expresar su rechazo al proyecto de ley aprobado por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes estadounidense (Cámara baja del Congreso) que califica de genocidio la matanza de armenios en 1915. Además de los detenidos, hubo varios manifestantes y diez agentes de la Policía heridos leves.
La Policía tuvo que emplearse a fondo para dispersar a las cerca de 600 personas que se congregaron de forma espontánea a través de SMS a las 17.00 horas en la plaza Liedts en Schaerbeek, y que pronto tomaron las calles de los barrios bruselenses de Saint-Josse y Schaerbeek, caracterizados por su multiculturalidad y próximos a las sedes de las instituciones europeas.
La manifestación tomó un cariz radicalmente violento cuando unos siete u ocho grupos reducidos de unos 50 manifestantes cada uno --muchos de ellos menores y armados con bates-- se enfrentaron a siete pelotones policiales que trataban de dispersarles con un contingente de 210 agentes, dos vehículos policiales dotado de bombas de agua, perros policías y un helicóptero, según el rotativo 'La Libre Belgique'.
Varios manifestantes llegaron a incendiar un contenedor de basura y destrozaron un vehículo en la zona del barrio donde residen muchos armenios y kurdos. También lanzaron piedras y objetos contra los agentes, a los que insultaron, cuando éstos pretendían acercarse para dispersarles.
El incidente cobró especial virulencia a unos 50 metros de la cafetería 'Le jardin de Babylone', propiedad de un iraquí de origen armenio que fue saqueada el pasado domingo por miembros del grupo ultranacionalista turco de extrema derecha conocido como 'Lobo gris'. No se registró ningún herido grave, aunque algunos alborotadores y unos 10 policías resultaron heridos leves. Asimismo, el balance de la batalla campal se saldó con cuatro vehículos destrozados, daños en el mobiliario urbano y obstrucción del tráfico. Entre los más de 100 detenidos, se encuentran dos o tres de los ultranacionalistas que intentaron, con ayuda de otros, asaltar varios vehículos policiales. En Amberes, en el norte de Bélgica, también se desarrolló una manifestación que reunió a unas 200 personas para protestar por los mismos motivos. Sin embargo, en esta ciudad portuaria flamenca la marcha fue pacífica.
