Birmania.- HRW afirma que el sector petrolero ayuda a mantener el régimen y a "comprar el silencio" de otros países

Actualizado: martes, 20 noviembre 2007 12:42

La organización pide al Consejo de Seguridad de la ONU que prohíba nuevas inversiones internacionales

NUEVA YORK, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha instado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que prohíba nuevas inversiones internacionales en el sector del gas y el petróleo de Birmania, cuyos beneficios ayudan a mantener el "brutal régimen militar" y cuyas exportaciones sirven para "para comprar el silencio de países necesitados de energía, como China e India".

Según HRW, a la espera de que el Consejo de Seguridad imponga esas sanciones, tanto los miembros de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) como China, India, Unión Europea, Estados Unidos y otros países deberían suspender sus inversiones en el sector petrolero birmano. Asimismo, la organización considera necesario que se sancione financieramente a las compañías estatales controladas por el régimen y cuyas rentas favorecen a la Junta Militar.

"Los generales birmanos actúan como si fueran inmunes ante las condenas internacionales porque están recibiendo fondos extranjeros para sus proyectos de gas y petróleo", declaró el director de Empresas y Programas de Derechos Humanos de Human Rights Watch, Arvind Ganesan. "Ha llegado el momento de cortar con esto", añadió.

"COMPRAR EL SILENCIO"

En un detallado informe sobre inversiones extranjeras en el gas y el petróleo birmanos, hecho público ayer, HRW identifica a 27 compañías procedentes de trece países que tienen intereses en Birmania. Trece de estas compañías pertenecen total o parcialmente a Estados y las inversiones de estas empresas corresponden a 20 de los 30 proyectos actualmente en marcha.

Según HRW, la industria del petrolero y del gas es uno de los pocos sectores que ha experimentado crecimiento en los últimos años en este país. Los fondos procedentes de este sector ayudan a consolidar el Gobierno militar birmano "sin que beneficios lleguen a la población" y permiten a la Junta "ignorar las demandas para que devuelva el poder a los civiles y mejore la situación de los Derechos Humanos", afirma la organización.

Los beneficios del gas en Birmania fueron de más de mil millones de dólares en 2006 respecto al año anterior, debido en parte al crecimiento de los precios internacionales. Para 2007 se espera un incremento aún mayor.

Los beneficios del gas previstos para el futuro ya han sido comprometidos en un proyecto de extracción de gas en el yacimiento de Shwe, planificado para 2010. Este yacimiento fue descubierto por un consorcio surcoreano que se dispone a exportar el producto. India y China son los dos países que muy probablemente adquieran este gas.

"Los generales de Birmania se han servido de las promesas de suministro de gas y petróleo para comprar el silencio de países necesitados de energía, como China e India", declaró Ganesan. Otro ejemplo es el de Tailandia, un país al que el Consejo Estatal para la paz y el Desarrollo de Birmania vendió en 2006 aproximadamente 2.160 millones de dólares en gas, correspondiente a casi la mitad de todas las exportaciones del año pasado.

Los países miembros de la ASEAN --Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam-- aprobaron ayer la nueva Carta de la Asociación después de llegar a un acuerdo para que la nueva agencia de Derechos Humanos del organismo supranacional sea despojada de la capacidad sancionadora prevista en los anteproyectos. Tras esta modificación, la Junta Militar birmana mostró ayer su completo respaldo a la nueva Carta.

LA POLÍTICA Y LOS NEGOCIOS

El informe de HRW revela la presencia en Birmania de empresas de Australia, Islas Vírgenes Británicas, China, Francia, India, Japón, Malasia, Países Bajos, Rusia, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y Estados Unidos.

Entre las empresas más destacadas con inversiones en el sector del gas y el petróleo de Birmania figuran la surcoreana Daewoo International, la tailandesa PTT Public Company Ltd., la francesa Total, la estadounidense Chevron y la japonesa Nippon Oil. Todas ellas han asegurado que sus inversiones ayudan a "mejorar las vidas de las personas". Los directivos de la Nippon Oil, según el informe, declararon el pasado 29 de septiembre que "la situación política y los negocios energéticos son asuntos separados".