OSLO, 31 Oct. (Reuters/EP) -
El noruego Anders Behring Breivik, condenado a 21 años de cárcel por matar a 77 personas en un atentado con bomba en Oslo y un tiroteo en la isla de Utoya, en unos hechos por los que nunca se ha arrepentido, pidió disculpas a su madre por haberle "arruinado la vida" poco antes de que ésta muriese.
La biografía 'La Madre' publicada este jueves, basada en horas de conversaciones entre la periodista Marit Christensen y Wenche Behring Breivik, recoge el abrazo y las disculpas que le pidió Breivik "por haberle arruinado la vida" poco antes de que su madre muriese de cáncer este año, en un encuentro en la cárcel en la que cumple su condena.
Behring Breivik se ha descrito a sí misma como "la madre más triste del mundo", por querer y odiar a la vez a su hijo. La madre de Breivik ha asegurado que no tenía ningún conocimiento sobre los ataques que planeaba su hijo.
Además ha relatado que el 22 de julio de 2011, día del atentado, le cocinó pasta para cenar que "se enfrió mientras esperaba" a que regresara y que se enteró por las noticias de la bomba y tiroteo por un asesino desconocido. La madre de Breivik ha asegurado que se echó a llorar cuando la Policía llegó a su casa y le aseguró que su hijo había sido el responsable de la masacre.
Frente a las disculpas que pidió a su madre, Breivik no mostró ningún tipo de arrepentimiento por haber asesinado a 77 personas y llegó a afirmar ante el tribunal que volvería a hacer lo mismo si tuviese la oportunidad. Su padre, un diplomático noruego retirado, afirmó después del atentado que deseaba que su hijo no hubiese nacido.
Wenche Breivik llegó a asegurar que "odiaba" a su hijo después de los días en los que estuvo ingresado en un hospital psiquiátrico por el shock que le habían causado los asesinatos. Sin embargo, poco después la madre de Breivik reconoce que se sintió culpable y muestra su temor por la posibilidad de que su hijo sea asesinado por venganza.
PUBLICACIÓN DEL LIBRO
Poco antes de su muerte, la madre de Breivik rompió su contrato de colaboración con la periodista Marit Christensen y aseguró que no quería que el libro saliese a la luz. Sin embargo los editores han seguido adelante con la publicación y han argumentado que se trata de un documento de interés público.
En el acto de lanzamiento del libro Christensen ha reconocido desconocer el motivo qué llevó al joven Anders Breivik a convertirse en un asesino. La periodista ha afirmado que probablemente sea la unión de varios factores como la genética, pasado familiar e influencias sociales y políticas.
El libro también recoge un comunicado que la madre de Breivik se planteó hacer público. "Queridos ciudadanos, el que ha causado la tragedia también me ha golpeado a mí. Si salgo alguien me disparará. Soy la madre más triste del mundo", indicaba el comunicado. "Me he sentido profundamente triste y he llorado mucho. Además de la pena de perder a un hijo, me pesa el sentido de culpabilidad. Sería más fácil de soportar si estuviese muerto. Su castigo es también el mío", afirmaba Wenche Breivik.
