MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bulgaria, Rosen Plevneliev, ha afirmado este viernes que el país ha de tener respuestas más adecuadas para los riesgos de seguridad existentes en la actualidad, al tiempo que ha subrayado que el atentado terrorista perpetrado el miércoles contra un autobús turístico en el aeropuerto de la localidad búlgara de Burgas "harán más fuerte al mundo democrático".
"La única manera de adecuarse a las amenazas presentes en el siglo XXI es permanecer unidos", ha manifestado el mandatario búlgaro. Así, ha agregado que Sofía está intentando mantener una política exterior equilibrada y ha asegurado que es un buen vecino, según ha informado la agencia de noticias búlgara Sofia.
Plevneliev ha anunciado que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y otros líderes europeos le han trasladado en sus comentarios que el atentado "es un problema europeo que se resolverá a través del uso de todo el poder, las competencias y la solidaridad de las instituciones europeas".
Alrededor de las 18.00 horas del miércoles, un hombre hizo detonar los explosivos que transportaba en su mochila en el interior del autobús en el que viajaba un grupo de turistas israelíes cuando se encontraba en el aeropuerto de la localidad. Al menos ocho personas --cinco turistas israelíes, dos ciudadanos búlgaros y el responsable del ataque-- fallecieron en el atentado, mientras que otras 32 personas resultaron heridas.
El sospechoso, un hombre caucásico con el pelo largo, llevaba un pasaporte estadounidense y un carné de conducir del estado de Michigan, que podrían ser falsos, ya que la base de datos del FBI no ha encontrado coincidencias al introducir los datos. De momento, se desconoce cómo pudo conseguir la documentación falsa y cómo y cuándo entró al país.
Las investigaciones en torno al mismo se centran en torno a la participación en el mismo de Irán y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, aunque también contemplan la posibilidad de que fuera ejecutado por la organización terrorista Al Qaeda o por extremistas turcos.
Las autoridades búlgaras han subrayado que el responsables del ataque contó con la ayuda de varias personas en el país, que eran, al parecer, ciudadanos libaneses o islamistas radicales búlgaros.
Asimismo, las investigaciones han revelado que el explosivo utilizado era de fabricación casera y extremadamente potente. A pesar de que ya se ha conseguido el ADN y las huellas dactilares del atacante, su identidad sigue siendo desconocida.