Bush reconoce que Estados Unidos no controla por completo la frontera con México

Actualizado: viernes, 19 mayo 2006 8:00

SAN LUIS (ARIZONA, ESTADOS UNIDOS), 19 May. (EUROPA PRESS)

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush reconoció durante su visita a Arizona que su Gobierno era incapaz de controlar por completo el flujo migratorio desde México pero intentó convencer a la crítica conservadora de sus planes para reforzar la frontera sur del país, donde se ha incrementado el cruce de inmigrantes ilegales y otros contrabandos.

"No tenemos total control de la frontera", reconoció el presidente Bush al visitar el jueves la frontera con México. Bush dijo que los muros ayudarían a detener a los ilegales que tratan de ingresar a Estados Unidos.

"Creo que es conveniente tener aquí al presidente, visitando un área que estuvo congestionada por inmigrantes cuyo número ha comenzado a ceder gracias a la estrategia empleada", declaró Bush en las oficinas de la estación Yuma de la Patrulla Fronteriza. "El trabajo de la gente está marcando la diferencia", dijo el presidente. "Pero no tenemos total control de la frontera".

Como complemento a la reforma migratoria que apoya para allanar el camino a la legalización de unos doce millones de indocumentados, el presidente se propone reforzar la seguridad fronteriza y crear un programa de trabajo temporal para extranjeros. Pero sus planes, respaldados por el Senado, encuentran resistencia en los sectores conservadores de su partido republicano, especialmente en la Cámara baja, donde el año pasado se respaldó un proyecto para procesar a los indocumentados como criminales.

El presidente elevó ayer al Congreso una solicitud de 1.900 millones de dólares para mejorar la seguridad en la frontera con México, mientras los partidarios de la reforma migratoria reafirmaron su control del Senado.

La Casa Blanca argumentó que con dichos fondos se pagarían "a los primeros 1.000 de los 6.000 agentes nuevos de la Patrulla Fronteriza que serán apostados en los próximos dos años", y se sufragaría el envío temporal de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera. Asimismo, una parte de los fondos serviría para construir barreras y adquirir dos aviones no tripulados de vigilancia y cinco helicópteros para contener la inmigración ilegal.