SANTIAGO, 28 Oct. (Reuters/EP) -
Al candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama, no sólo le sonríen las encuestas realizadas en Estados Unidos, sino que a su mejor imagen en Europa se añade también la de Latinoamérica, donde de media uno de cada tres ciudadanos respaldan su opción frente a la de su rival directo, el republicano John McCain, al que sólo apoya un 8 por ciento.
Así se extrae del 'Latinobarómetro' difundido ayer en Santiago de Chile y que, tras realizar preguntas en 18 países, destaca principalmente la escasa repercusión de los comicios norteamericanos en los países del sur. Según el estudio, en la pregunta de qué candidato convendría más a América Latina gana el 'no sabe/no contesta', con un 31 por ciento, dejando a los seguidores de Obama y a aquellos a quienes no les importa el resultado en sendos 29 por ciento.
Tan sólo en República Dominicana, donde un 52 por ciento de los entrevistados se decanta por Obama, alguno de los dos candidatos alcanza un porcentaje mayoritario. El senador afroamericano también logra buenos resultados en Costa Rica, del 43 por ciento, o en Brasil y Uruguay, en ambos casos de un 41 por ciento. Por detrás figuran Argentina, con un 36 por ciento, en Chile un 32 por ciento, en México un 29 por ciento, en Paraguay , Ecuador y Colombia, con otros tantos 27 por ciento, en Venezuela un 26 por ciento, en Perú un 23 por ciento y en El Salvador un 22 por ciento.
Por su parte, McCain toma ventaja en Colombia y el Salvador, donde 19 por ciento y el 16 por ciento de los encuestados, respectivamente, le prefieren a él. Asimismo, lograría un 11 por ciento en México, un 10 por ciento en Brasil, un 9 por ciento en Honduras y por un 8 por ciento por ciento en Costa Rica, Guatemala y Venezuela, un 7 por ciento en Ecuador y un 6 por ciento en Panamá, Paraguay, Chile, Uruguay y Nicaragua. En Argentina, en cambio, sólo logra un escaso 3 por ciento.
Al ser preguntados acerca de cuanta atención le prestará el nuevo presidente de Estados Unidos a América Latina, el 34 por ciento dijo que quien ocupe la Casa Blanca seguirá la misma línea mantenida por su predecesor, George W. Bush. Sólo un 22 por ciento pronostica que la relación entre Washington e Iberoamérica se hará más fluída y un 8 por ciento se mostró pesimista en este sentido.
