PHNOM PENH, 4 Jun. (EP/AP) -
El primer ministro de Camboya, Hun Sen, afirmó hoy que rehuirá siempre a Yash Ghai, el representante de la ONU que criticó duramente el historial del Gobierno camboyano en lo referente a la situación de los Derechos Humanos.
Ghai estuvo en Camboya la semana pasada para intentar recibir, sin éxito, una valoración del Gobierno sobre el informe que entregará este mes a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en el que acusa al Gobierno de violar los Derechos Humanos de forma sistemática.
Concretamente, Ghai muestra su preocupación por la toma de tierras por parte de los poderosos y por la concesión de terrenos a intereses privados, lo cual, según el informe, ha perjudicado a muchos camboyanos, incluidos los grupos étnicos minoritarios.
Hun Sen dijo en un discurso que las acusaciones de Ghai son increíbles y muy graves. "Aunque viva 1.000 años más, nunca querré verle. Usted disfruta de sus derechos y lo mismo hago yo. Como primer ministro, no tengo la obligación de ver a ese tipo", se justificó.
El primer ministro se refirió a los trabajadores de la ONU que se ocupan de los Derechos Humanos en Camboya como a "turistas de larga estancia" que se quedarían sin trabajo si realizasen un informe positivo sobre el Gobierno.
Sin embargo, Hun Sen descartó el cierre de la oficina de Naciones Unidas porque, no obstante, su presencia ha supuesto una ayuda para la economía local en lo relativo a los impuestos y al alquiler de propiedades, aunque no por ello el Gobierno dejará de ignorar sus críticas, según aseguró.
Ésta no es la primera vez que el primer ministro ataca a Yash Gai, secretario general de la representación especial de la ONU para los Derechos Humanos en Camboya. El año pasado reaccionó ante las críticas por la concentración de poder y por la violación de los Derechos Humanos en el país diciendo que el enviado de Naciones Unidas estaba "totalmente trastornado".
