WASHINGTON, 13 May. (Reuters/EP) -
La Casa Blanca ha hecho un llamamiento a la calma a todas las partes tras el intento de golpe de Estado impulsado por un grupo de militares contra el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, por sus planes para conseguir un tercer mandato consecutivo.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, ha pedido a los dos bandos enfrentados en el país africano que depongan las armas y se contengan para evitar una escalada de violencia aún mayor que la de las últimas semanas.
El Departamento de Estado, por su parte, ha expresado su "gran preocupación" por el desarrollo de los acontecimientos en Burundi, que "observa de cerca", pero ha aclarado que todavía no puede confirmar que haya habido un golpe militar.
"Por supuesto, somos conscientes de las informaciones de que algunos han expresado su deseo de tomar el poder, pero no podemos confirmarlo", ha dicho el portavoz de la diplomacia norteamericana, Jeff Rathke, en la rueda de prensa diaria.
Rathke ha advertido de que, en cualquier caso, Estados Unidos podría adoptar "medidas dirigidas" contra los individuos que participen o planeen desatar una violencia sistemática, por ejemplo, denegándoles visados.
CAOS EN BURUNDI
En las últimas semanas Burundi ha sido escenario de continuas manifestaciones contra la decisión del presidente de optar a un tercer mandato en las elecciones del próximo mes de junio. Según los activistas, al menos 22 personas han muerto hasta por la represión de las protestas.
Nkurunziza no se encuentra en Buyumbura ya que había viajado hoy a Dar es Salaam, en Tanzania, para participar en una cumbre de líderes africanos en la que, precisamente, se iba a abordar la situación en su país.
Aprovechando su ausencia, el general Godefroid Niyombaré, antiguo jefe de la Inteligencia destituido en febrero, ha anunciado este miércoles en un cuartel en Buyumbura arropado por otros altos cargos militares la destitución de Nkurunziza por su decisión de optar a un tercer mandato.
Asimismo, ha indicado que el autoproclamado "comité para el establecimiento de la concordia nacional" se encargará de trabajar con la sociedad civil, líderes religiosos y políticos en la formación de un gobierno de transición.
La Presidencia de Burundi ha emitido un comunicado en el que asegura que el "golpe de Estado fantasioso" por parte de "un grupo de militares amotinados" ha sido desbaratado y ha hecho un llamamiento a la calma a los ciudadanos, después de que muchos de ellos hubieran celebrado con júbilo la destitución de Nkurunziza.
