Casi 25 millones de birmanos podrían acabar bajo el umbral de la pobreza a causa del golpe de Estado y la pandemia

Archivo - Protestas contra el golpe de Estado en Birmania
Archivo - Protestas contra el golpe de Estado en Birmania - Daniel Tsang/SOPA Images via ZUM / DPA - Archivo
Publicado: viernes, 30 abril 2021 17:26

MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -

Naciones Unidas ha avisado de que Birmania se está acercando al punto de "colapso económico" debido a la letal combinación entre la pandemia y el desplome de la actividad nacional tras el golpe de Estado militar del 1 de febrero que, combinados, podrían dejar a casi 25 millones de birmanos bajo el umbral de la pobreza a principios del año que viene.

El nuevo informe sobre Birmania del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), deja a las claras que "sin unas instituciones democráticas plenamente funcionales, Birmania se enfrenta a un trágico retroceso hacia niveles de pobreza nunca vistos desde la penúltima generación".

La asonada no ha hecho sino agravar una situación crítica de por sí para las familias birmanas. A finales de 2020, ocho de cada diez hogares habían reconocido que su nivel de ingresos se había reducido aproximadamente a la mitad y un 11 por ciento más de la población había pasado a engrosar las filas de los ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza.

El golpe de Estado va a añadir, según los pronósticos del PNUD, otro 12 por ciento adicional de población a los niveles de ahora; tres meses que han dejado más de 750 muertos, unos 4.000 detenidos y decenas de miles de desplazados en medio de un congelamiento económico.

La ONU estima, en total, que casi un millón de personas necesitan asistencia humanitaria en Birmania a raíz de la confluencia de ambas crisis.

MÁS DE LA MITAD DE LOS NIÑOS DE BIRMANIA VIVIRÁN POBRES EN 2022

El estudio arroja consecuencias especialmente graves para las mujeres y los niños. Más de la mitad de los niños birmanos vivirán en 2022 bajo el umbral de la pobreza, en especial en zonas urbanas.

El varapalo ha sido especialmente grave para las pequeñas empresas, que proporcionan la mayoría de empleos a los sectores más empobrecidos de la población. A ello se suma el impacto sobre la moneda nacional, el kyat, que ha acabado disparando el precio de las importaciones y de la energía. El comercio marítimo se ha reducido entre un 55 y 64 por ciento.

"Al mismo tiempo, el sistema bancario del país sigue paralizado, lo que genera escasez de efectivo, limita el acceso a los pagos de asistencia social y evita que las remesas lleguen a las familias en apuros, que tanto lo necesitan", indica el informe.

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