SANTIAGO, 20 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Chile aplicará un modelo financiero para medir las inversiones que son necesarias para combatir los efectos del cambio climático, como por ejemplo la desertificación del suelo, ha anunciado el martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Con la ayuda del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y fondos del Gobierno alemán, el país sudamericano incluirá desde 2020 en su presupuesto el componente para ponderar el "gasto climático".
"En la actualidad nuestro país no cuenta con un detalle de las finanzas públicas relevantes al financiamiento de la acción climática, por lo que la falta de información dificulta la toma adecuada de decisiones", ha explicado Larraín ante los periodistas.
El ajuste, ha añadido, permitirá "evaluar las necesidades de inversión en infraestructura basada en los costos de inacción, es decir, incorporar el análisis de cuál es el costo de no implementar medidas inmediatas y oportunas". El ministro ha enmarcado esta iniciativa dentro de los compromisos asumidos en materia de medio ambiente por Chile, que este año acogerá la conferencia climática COP25.
"Los terrenos amenazados por la desertificación superan el 60% del territorio nacional (...) contar con una estimación de cuáles son las inversiones críticas que debemos realizar para abordar el tema de la desertificación y erosión del suelo tiene gran impacto", ha añadido.
Chile ya emitió en junio un bono verde a 30 años por valor 850 millones de dólares, convirtiéndose en el primer emisor de este tipo de papeles en América Latina.
